El temor sobre el fantasma de cierre del Canal de Suez no es la única consecuencia inmediata de la caída del dictador egipcio Hosni Mubarak el viernes pasado: también sucedió que la onza de oro bajó su cotización a menos de 1.360 dólares. Fue el fin de la tensión política internacional luego de semanas de protestas sociales. El comportamiento del metal dorado como refugio de valor se mantuvo: pasada la crisis, los inversores se distendieron y disminuyó el temor al riesgo. Pese a la baja del viernes, el oro marcó ganancias por segunda semana consecutiva. Según los especialistas citados por la agencia Reuters, el lingote encontró un nuevo piso de cotización, debido al temor a que los disturbios en El Cairo contagiaran al mundo árabe.

Mubarak fue el segundo líder derrocado por un levantamiento popular en la región en un mes. El pasado 11 de febrero debió entregar el poder a las fuerzas armadas luego de soportar una revuelta en las calles que duró 18 días: hubo enfrentamientos sociales en rechazo a los altos índices de pobreza, corrupción y represión.

El viernes el oro al contado cayó un 0,3 por ciento, a 1.359,20 dólares la onza. Así quebró la racha de alzas. Antes había subido a un máximo de tres semanas de 1.368,16 dólares. Los futuros de oro en Estados Unidos para entrega en abril también cerraron a la baja.

El año comenzó con algunos vaivenes para el mercado del oro. La onza cayó un 6 por ciento en enero tras la difusión de algunos datos económicos estadounidenses que resultaron positivos. Los inversores comenzaron a volcar sus capitales a la compra de acciones y no tanto de commodities. No obstante, la caída de enero se revirtió en las dos primeras semanas de febrero, que fueron de apreciación debido al clima de inestabilidad en Egipto. Consumada la renuncia de Mubarak, el dólar se fortaleció frente al euro.

Cobre

El informe semanal de la Corporación Chilena del Cobre (Cochilco) indicó que el metal rojo avanzó la semana pasada y consolidó un piso de transacción superior a los 4,45 dólares por libra. Sin embargo, el documento advirtió que los indicadores de corto plazo prueban que existe una sobrecompra. Esto obliga a considerar una eventual “corrección técnica”.

Tres factores incidirán en la futura cotización del cobre: la industria, la evolución de los mercados financieros y los acontecimientos económicos. Al cierre de esta edición, tres escenarios eran decisivos y generaban gran expectativa:

* Los resultados de Estados Unidos sobre las ventas minoristas, el inicio de viviendas y los permisos de construcción correspondientes a enero.

* Los índices de China sobre inflación y exportaciones del primer mes de 2011.

* Los datos de empleo de la Zona Euro, más el avance del PBI del cuarto trimestre del año pasado y la producción industrial.