Las profundas y fuertes crisis dan lugar a nuevos movimientos sociales que siempre buscan salir de los malos momentos y luchar por derechos esenciales. Esto mismo está ocurriendo en España con las actualmente conocidas como “Mujeres del Carbón”. Son esposas, hijas y hermanas de los trabajadores mineros del carbón en España. Este gran grupo femenino se formó casi naturalmente con la intención de defender las fuentes de trabajo de sus hombres ante la fuerte crisis que afronta el país. “¡Aquí están, estas son, las mujeres del carbón!”, es lo que se escucha a coro femenino en cada protesta laboral minera en la península ibérica. Y este grupo de mujeres se extiende en cada región del país donde existen estos yacimientos.
Estas bravas mujeres se conocieron en las protestas realizadas por sus maridos, hermanos y esposos. Y comenzaron a contactarse y coordinar estrategias para movilizarse. Incluso han formado en la región de León una “Plataforma de Mujeres Mineras” en la que analizan claramente la situación de la minería del carbón, con propuestas que cuestionan los planes de las patronales y del gobierno, planteándose la unidad con el conjunto de la clase trabajadora.
Uno de sus más claros mensajes proviene de su desafiante y permanente accionar. Tanto es así que el pasado 28 de junio, 200 mujeres se concentraron en el Parlamento de Asturias vestidas con mamelucos y cascos mineros y con camisetas con la leyenda: “Lucha minera”. Mientras que coreaban “Más minería, menos policías” y “La próxima visita, será con dinamita”. Todo esto transcurre dentro de un contexto marcado por la dura represión del gobierno contra los mineros.
Es por ello que según los organismos sociales de defensa y los medios de comunicación ibéricos, el rol de estas mujeres resulta vital para construir redes de solidaridad en una huelga en la que el gobierno no da muestras de retroceder en nada.
Las mujeres históricamente han tenido un rol protagónico esencial, como ha sido en la gran huelga española de 1962 bajo el franquismo, cuando salieron a buscar puerta por puerta a las mujeres de los pueblos para organizarse. Su rol de difusión de la huelga, buscando solidaridad, repartiendo panfletos, muchas veces les costó la represión y enfrentamientos con las fuerzas policiales.
Uno de los hechos más conocidos, es cuando se enfrentaron a los esquiroles (rompe huelgas pagos) echándole maíz en los pies acusándolos así de “gallinas”, por lo que los esquiroles se iban sin realizar su trabajo. En cuanto a la plataforma de mujeres mineras, ya ha comenzado a realizar distintos tipos de análisis en relación a la situación laboral de sus “hombres” junto a distintos profesionales del país ibérico y del extranjero.
En virtud de las necesidades también han tomado medidas que cuestionan a fondo el plan del gobierno y de las patronales. Las mujeres del carbón depositan la esperanza en la clase trabajadora. “Queremos que se nacionalice la minería bajo el control de las organizaciones populares. Hoy estamos y mañana estaremos, como estuvimos siempre que fue necesario hacerlo”, comentaron a medios españoles miembros del movimiento femenino.

