Los cultivos se enfrentan a una multitud de situaciones adversas a lo largo de su ciclo de crecimiento, siendo el estrés abiótico en general y el estrés por calor en particular, un factor determinante de las pérdidas anuales de producción en todo el mundo. 


Se estima que para el año 2050, la población mundial crecerá hasta alcanzar los 9.700 millones de personas. Con el aumento de la población, la seguridad alimentaria se convierte en una preocupación importante, especialmente en los países cuyo crecimiento poblacional excede su producción agrícola. Por lo tanto, cualquier efecto adverso en la producción de cultivos puede afectar directamente la seguridad alimentaria, teniendo consecuencias negativas para la población de esas áreas.


Según dijeron los especialistas de Stoller ingenieros agrónomos Raúl Castro Rojas y Rosario Graffigna, a Suplemento Verde "el estrés es la situación, en la cual, la planta no realiza sus funciones fisiológicas de manera normal, deteniendo su crecimiento y desarrollo, limitando así la productividad de los cultivos. Los factores que provocan estrés son externos a la planta originados por las fluctuaciones del ambiente. Estos cambios ejercen una influencia negativa sobre el óptimo desarrollo del cultivo. A lo largo de su ciclo de vida están expuestas a un gran número de condiciones o factores estresantes que pueden dividirse en: a) Factores bióticos: acción de seres vivos; grandes y pequeños animales, malezas, insectos, bacterias, hongos, virus, nematodos. y b) Factores abióticos: Físicos y químicos. Sequía (estrés hídrico), exceso de sales en el suelo (estrés salino), calor, frío y congelación (estrés por temperaturas extremas), vientos desecantes, luz, encharcamiento (estrés por anaerobiosis), herbicidas. Deficiencia de nutrientes (estrés nutricional), suelos compactos (estrés mecánico) y lesiones".


Comentaron que "afecta las barreras físicas de la planta en primer lugar, seguidamente afectará a las células y su equilibrio fisiológico, alterando diferentes reacciones químicas que afectarían negativamente el desarrollo de la planta. Al comienzo del estrés las plantas reaccionan con una disminución de varias funciones fisiológicas, tales como el funcionamiento de la fotosíntesis, transporte y acumulación de carbohidratos y/o absorción y translocación de nutrientes. Debido a esta disminución de las actividades metabólicas, las plantas se desvían de su fisiología normal y declinan su vitalidad".


El resumen del estrés fisiológico de la planta es el estrés oxidativo que finalmente conduce a la muerte celular. El estrés oxidativo se produce cuando las especies reactivas de oxígeno (ROS) se producen en grandes cantidades debido a la incapacidad de las células para eliminarlas, causando daños irreversibles a los diferentes orgánulos que terminan en muerte celular. Cuando se generan en grandes cantidades, el estrés oxidativo inhibe los procesos fisiológicos vitales a tener lugar, lo que afecta negativamente el desarrollo de la planta.


En esta infografía podemos ver que del 100 % del potencial productivo de los cultivos a nivel global, el 65% de las perdidas se deben a factores abióticos. Esto marca la importancia que se le debe tomar a este tipo de situaciones.


Los profesionales agregaron "muchas veces el productor no le da la importancia necesaria en su manejo del cultivo. El productor está más preocupado y preparado para el control de malezas e insectos que en si para el control del estrés. Para este fin, es de gran interés desarrollar productos que puedan hacer frente, a nivel fisiológico, a las condiciones de estrés en los cultivos, con el fin de reducir los efectos negativos producidos sobre el desarrollo del cultivo y en los rendimientos, manteniendo al mínimo las pérdidas de producción".


Stoller, líder mundial en la producción de productos altamente tecnológicos basados en la Fisiología Vegetal, desarrolló un producto único contra el estrés, llamado Bioforge, cuya tecnología esta patentada por Stoller. 


Es un producto que puede ser utilizado en todo tipo de cultivos, tanto frutícolas, hortícolas, como extensivos. En San Juan se viene utilizando desde hace 7 años con mucho éxito. BioForge nos va a permitir eliminar las situaciones de estrés en cualquier momento del cultivo. La idea es que la aplicación de se realice entre las 24-72 horas de haber ocurrido el episodio de estrés. Sí conocemos que estamos por entrar a una situación crítica, se puede aplicar en forma previa al episodio, por lo menos 24 horas antes. Se puede aplicar con una frecuencia de entre 12-15 días mientras dure el episodio crítico. Y tiene la ventaja de que puede ser utilizado en forma conjunta con herbicidas, fungicidas e insecticidas. 


Más info: Ing. Agr. Raúl Castro Rojas: raul@stoller.com.ar Tel: 3834791129. Ing. Agr. Rosario Grafiggna: mgraffigna@stoller .com.ar Tel: 26456610358.
 


Ensayos

  • Resultados locales


Actualmente en San Juan estamos utilizando BioForge en forma conjunta con las aplicaciones de herbicidas en ajo, cebolla y tomate, según corresponda.


La dosis de BioForge es de 600 cm3 a 1 lt/ha dependido la situación. Las aplicaciones son por vía foliar, tanto con mochila como también con pulverizadoras de arrastre. 


Se puede utilizar a razón de 200 cm3 cada 100 lts de agua en el momento del trasplante, aplicado en drench y/o inmersión de bandejas. De esta manera minimizamos el estrés de plantación y estimulamos el sistema radicular para estabilizar la planta. Es compatible con insecticidas, nematicidas y fungicidas en el caldo de aplicación.


En el caso de aplicarlo por riego la dosis de 1 lt/ha aplicada en el último tercio de riego.


BioForge, es una muy importante herramienta a ser utilizada en momentos en los cuales la disponibilidad hídrica es reducida. En estos casos se puede utilizar a razón de 600 cm3/ha cada 15 días desde los momentos más críticos. Esto va a permitir minimizar los efectos del estrés y estabilizar la planta hasta que se reestablezca la normalidad. 


Se observa un crecimiento de raíces, cabeza, cuello y parte vegetativa, respecto al testigo. Siempre en diámetro promedio de cabezas (en mm). 


"Estos resultados son de la temporada 2021, dijeron Castro Rojas y Graffigna a Suplemento Verde en los cuales se realizaron aplicaciones de BioForge en un cultivo de ajo blanco tipo europeo con destino a exportación. Se llevo a cabo en un campo del productor Juan Ruiz, del Quinto Cuartel y su esposa Natalia García. Las aplicaciones se realizaron después de haber aplicado Koltar y Bromotril. Se realizaron tres aplicaciones; dos en posemergencia y una a la salida del invierno. Las aplicaciones se hicieron a los 3 días de haber aplicado los herbicidas. La dosis utilizada fue de 600 cm3/ha".


"Los diámetros promedio de cabeza en mm del tratamiento Stoller con BioForge acusa un 9.8 % con respecto al testigo. En producción por ha, acusa un 17.8 % con respecto al testigo. Esto quiere decir que el estrés que producen los herbicidas sobre el cultivo se puede minimizar mediante la aplicación BioForge", finalizaron. 

La alternativa de la empresa Stoller, para combatirlas diversas formas de estrés, se llama Bioforge. Ensayos en San Juan y sus resultados.