Un gran avance que está mostrando en la provincia inicialmente y en el país ya con mayor intensidad, es la tecnología en las aplicaciones de productos en los cultivos, en los que se muestra la concentración de los productos activos en la gota.

Hay varios hacedores directos de este tipo de trabajo, que están eficientizando al máximo el uso de los diferentes productos y sus coadyuvantes, en un combo con la maquinaria agrícola, los equipos de pulverización y sus partes, limpiezas y calibraciones, y la medición o control final de la tarea realizada.

Para conocer más detalles de esta actividad, dialogamos con Manuel Mínguez, técnico de la empresa Alltec, del Grupo Inquima, que nos indicó en una jornada a campo, vespertina, en el departamento Pocito: "Estamos trabajando en todos los cultivos y en todas las zonas agrícolas del país. Este importante aporte tecnológico es en pos de generar mejor calidad y eficiencia en las aplicaciones de diferentes productos en cualquier cultivo".

Siguió "en la provincia de San Juan estamos con ajos, cebollas, tomates, uvas, olivos y otros cultivos".

Continuó el sanjuanino explicando a Suplemento Verde "hoy la compatibilidad de mezclas es fundamental ante la gran cantidad de productos que incorporamos en una misma aplicación y muchas veces se generan problemas de incompatibilidades que no vemos, ni sabemos que están pasando".

La mejora es integral, porque suma lo científico, y lo agronómico, a lo económico.

Destacó luego "por todo esto, para transmitir estos conocimientos y la forma de mejorar en las aplicaciones, es que estamos realizando jornadas a campo, en fincas de productores, para mostrar y enseñar como es. Hoy en la propiedad rural de Agroferrer, en Carpintería, cerca de Ruta 40. También hemos organizado otra jornada a campo, en lo de un productor de hortalizas muy conocido, sobre calle 10, en la Villa Aberastain, que pidió no se dé su nombre y recientemente fuimos al emprendimiento de Solfrut, con montes de olivos. Son capacitaciones completas, en lo que brinda el gabinete más el campo".

Evaluación de aplicación con rastreador de gotas que tiñe el caldo a aplicar. 

MENOS CALDO

Continuó diciendo el profesional "en la actualidad el objetivo que deseamos mostrar a los productores, es disminuir la cantidad de agua del caldo de aplicación, en hortalizas, con cultivos tradicionales, de invierno, como son el ajo y la cebolla; posteriormente lo extenderemos a otras verduras de hojas, y chacras de primavera-verano, como es fundamentalmente el tomate para industria".

Mencionó que "en fases de inicio y desarrollo de cultivos, para ajos y cebollas, hemos probado de todo (en lo referente a cantidad total de agua para hacer la aplicación) y estamos entre 130 y 190 litros, para la etapa de inicio o arranque. Esto trae una serie de beneficios, desde el factor económico, la simpleza de uso, el menor tiempo de labores y otros". 

Es un cambio cultural, intenso, que lleva tiempo, e incluye cambio de picos, cambio de programaciones, capacitaciones, regulaciones y calibraciones de máquinas y temas relacionados, pero se traduce en una eficiencia mayor de uso y finalmente una mejora económica para el productor.

Dijo posteriormente "estamos en la finca de Daniel Ferrer, cambiando picos, regulando presiones, viendo las salidas, midiendo homogeneidad, tiempo de trabajo, etc., y los cambios son rotundos. Varios productores de departamentos del Valle de Tulum, Ullum y Zonda que han venido hoy, nos aseguraron que van a comenzar a incorporar todo este catálogo de acciones y labores para optimizar resultados".

Aseguró Mínguez que "hay gente que usaba 480, 372, 350 litros por hectárea, por ejemplo, y se han asombrado de reducir drásticamente el caudal a aplicar en sus cultivos, con una serie de modificaciones. Usa ahora mucho menos. Siempre es importante decir que el coadyuvante a utilizar debe ser tipo ‘premium’, de alta calidad, y así bajar la cantidad de agua a usar".

Hoy se trabaja con el grado de concentración de cada gota, a ese nivel se ha llegado. Para ello el primer paso es el uso de las tarjetas hidrosensibles. Las ubican a distintas alturas de la planta del cultivo en cuestión, y al finalizar la aplicación, se hace la revisión individual. 

Se puede evaluar la aplicación con un rastreador de gotas que tiñe el caldo a aplicar, sin generar modificaciones del mismo. 

 

Jornadas a campo, se realizan para la capacitación de los productores.

 

  • Jornadas a campo

Se realizó una capacitación demostrativa y práctica, organizada por el personal de la empresa Alltec en la finca de la firma Agroferrer, el miércoles de la semana pasada, en horario de 17 a 20, en un cultivo de cebolla.

Entre los objetivos principales figuran el lavado integral de la máquina pulverizadora para su correcto funcionamiento y evaluar la labor de aplicación mediante el uso de tarjetas hidrosensibles. 

Para mejorar y eficientizar la calidad de las aplicaciones de agroquímicos es fundamental poder evaluar bien las aplicaciones y la cantidad de impactos que llegan.

 

Como objetivos ya más específicos, figuraban esa tarde: ver la uniformidad de las gotas, buen mojado, efecto antievaporante en horarios críticos, efecto de la ruptura de la tensión superficial, evaluación posterior con rastreador de gotas, y demostrar en acción el uso de un coadyuvante premium, su comportamiento y performance para ese caso.

Anemómetro.

Se midieron las condiciones climáticas y estaban entre las óptimas para el tratamiento, temperatura 7,6 grados Celsius, humedad relativa v55 por ciento y 3,8 kilómetros por hora de velocidad de vientos.

Los productos usados fueron los herbicidas Koltar y Prodigio, más el Activador, el coadyuvante A35T y JesD+, que es para las gotas. Se usó una pulverizadora Jacto, de 600 litros, modelo Falcon, con 29 picos de abanico plano 015, cada 50 centímetros.

Se colocaron tarjetas a cada lado de la máquina y luego se rastrearon las gotas. Es importante mencionar que se necesitan 50 a 70 gotas de herbicidas posemergentes, como aconsejable. Luego de la revisación de cada una de las tarjetas se calculó un promedio de 173 gotas por centímetro cuadrado, es decir, dio un 243% más de impactos de lo que recomienda la FAO para una buena aplicación.