Encuentro único gracias al azar. Funcionarios uruguayos de la localidad de Soriano y un grupo de sacerdotes liderados por monseñor Alfonso Delgado visitaron la mina Gualcamayo. Fue la semana pasada y CUYO MINERO cuenta en esta edición los detalles de esta visita inédita.

Juan Peirano, secretario ejecutivo del Comité Latinoamericano de Departamentos Municipales; Luis Ciganda, presidente del Parlamento del departamento de Soriano y Luis Montero, edil de Soriano; integraron la comitiva uruguaya que con anticipación había solicitado la visita a la mina jachallera. Los funcionarios uruguayos decidieron profundizar conocimientos en lo que a producción minera se refiere, a raíz de un gran yacimiento de hierro ubicado en Soriano sobre el que tiene interés una empresa canadiense.

El grupo de sacerdotes, por su parte, participaba de un curso de formación religiosa realizado en Pismanta, dictado por Monseñor Eduardo Martín, quien llegó para la ocasión desde Río IV, Córdoba. Como en el desarrollo del mismo tuvieron un día libre, decidieron visitar la mina, invitación que oportunamente fuera realizada a Monseñor Delgado por las autoridades de Minas Argentinas S.A (MASA, subsidiaria de Yamana Gold, firma operadora de Gualcamayo) y que por cuestiones climáticas no pudo concretarse en el momento previsto.

Juntos y con motivaciones diferentes, religiosos y extranjeros recorrieron las instalaciones.
Con la explicación experta de Mario Hernández, vicepresidente de MASA, el itinerario incluyó: Visita al área de mina, donde los recibió Gustavo Raimondi, superintendente de operaciones de mina y quien brindó detalles técnicos, área de trituración, valle de lixiviación, planta de procesos y depósitos de cianuro. Las consultas sobre los sitios visitados tuvieron puntos de coincidencia, pero también abundaron las especificidades, sobre todo por parte de los funcionarios charrúas.

Marcelo Agulles, a cargo del área de comunicaciones de la empresa, explicó que tuvo que ver con la necesidad de los uruguayos de profundizar en una actividad para ellos incipiente, como lo es la minería. “Ellos vinieron porque no tienen minería en Uruguay y ante el descubrimiento del yacimiento de hierro en Soriano, están ávidos en saber del tema independientemente de que se trate de una explotación distinta como la del oro. Querían saber del funcionamiento, pero también sobre la legislación minera en Argentina. En Uruguay la última ley sancionada sobre el tema data de 1930, así que les falta estructura. También se interesaron por los beneficios que recibe el gobierno de la renta minera, les interesó lo del fondo fiduciario y les llamó la atención los salarios que se perciben en la actividad”, detalló Agulles. En cuanto al grupo de sacerdotes, Agulles explicó que sus consultas estuvieron centradas en los impuestos, el uso del cianuro, el manejo de accidentes y el cierre de minas.

Si bien la experiencia de esta visita fue única y difícil de repetir, sentó las bases para que la empresa comenzara a contemplar visitas a la mina por parte de contingentes extranjeros o de otras provincias. “Nos ha contactado gente de Esquel y de Mendoza, por lo que instrumentar visitas para grupos no oriundos de San Juan está en agenda y seguramente próximamente tendremos definiciones concretas”, concluyó Agulles.

Actualmente el programa de visitas en vigencia es “Puertas Abiertas”, una iniciativa de responsabilidad social empresaria que consiste en permitir que miembros de la comunidad ingresen a Gualcamayo y recorran todas sus instalaciones. De esa manera pueden observar in situ cada uno de los aspectos del proceso minero, tomar contacto de primera mano con los trabajadores de la mina, ver cómo se trabaja y vive en el yacimiento. La visita dura un día completo y permite recorrer todas las etapas del proceso minero.