Entre la gran cantidad de insumos que se vienen incorporando en el agro, en sus diversos sectores productivos, los fertilizantes están en alza. Hasta hace unos años en Argentina y en Cuyo, no se utilizaban las cantidades de nutrientes (macro y micro) recomendadas por los centros de ingenieros agrónomos, delegaciones del INTA y consultoras privadas especializadas en esta temática.  


Luego de los clásicos granulados, se comenzó con la utilización de fertilizantes líquidos, los que revolucionaron el campo, por su simpleza de uso, rapidez de asimilación y otras ventajas. 


Hoy vamos a hablar específicamente de fertilizantes orgánicos líquidos a base de ácidos húmicos y fúlvicos. 
Hay chacras y uvas con distintos fines que ya los utilizan. Por eso Suplemento Verde consultó esta semana a quien los comercializa y a los activos usuarios. Esto nos dijeron. 


Por la firma Nutrientes S.A. Juan Pablo Molinelli expresó que está en crecimiento el uso de estos productos en nuestra provincia, mediante la marca comercial Hampi. Son enmiendas orgánicas en forma líquida, lo que representa una importante ventaja a la hora de su traslado y al realizar las aplicaciones. En fincas con riego presurizado, puede ser inyectado directamente en el sistema de riego y en establecimientos que riegan bajo modo tradicional puede ser aplicado en el mismo riego con un dosificador. Otra ventaja de su presentación líquida es que pueden ser mezclados con los abonos químicos de base (NPK) aplicados en el fertirriego. Otra forma de aplicación usada en nuestra zona es el denominado drench, que aplica un representante de Hampi en Argentina, sostiene que el problema con la agricultura moderna es que se olvida de que el suelo es un organismo vivo que lucha para sobrevivir tratando de hacer su función de nutrirse y nutrir simbióticamente a las plantas mientras el agricultor, sin darse cuenta, lo trata en forma hidropónica generándole un alto grado de stress con la enorme cantidad y variedad de sustancias de síntesis química (fertilizantes, plaguicidas, herbicidas, coadyuvantes, etc.) que lo intoxican, lo salinizan y lo compactan, alterando el delicado equilibrio y reduciendo la posibilidad de cumplir su función de nutrir a las plantas. Un suelo enfermo genera plantas menos vigorosas y con alta probabilidad de enfermarse.  


Juan Ripoll, joven ingeniero agrónomo asesor local dijo que los ácidos húmicos y fúlvicos líquidos con su acción quelatante, desbloquean y rompen las sales minerales formadas y crean complejos arcillo-húmicos cuya función es ayudar a la agregación del suelo, o sea la formación de una estructura porosa que es la base de la fertilidad física del suelo, de esta forma aumentan la capacidad de Intercambio catiónico (C.I.C), para que la planta pueda aprovechar al máximo los fertilizantes químicos aportados al cultivo. Esto lo podemos extrapolar a la función de una "esponja", la cual tiene la posibilidad de absorber agua y nutrientes y entregarlos de forma gradual a la planta como una forma de dosificar las unidades de abonos químicos (NPK), evitando el lavado de los mismos, consiguiendo un importante ahorro y haciendo una agricultura más limpia y de fertilidad sostenible. Esta "esponja" que se forma en el suelo también es rica en poros que se traducen en una buena oxigenación que favorece el crecimiento ilimitado de raíces.  


Por otro lado, indicó Molinelli en San Juan tenemos suelos con elevada cantidad de Fósforo (P) en forma de Fosfato de Calcio (PO2)2Ca3, que es una sal insoluble y responsable del aumento de salinidad y de conductividad de los suelos, que da como resultado su bloqueo y perdida de fertilidad. Con la aplicación de estas enmiendas orgánicas el fosfato de calcio estable, únicamente se rompe por la acción quelatante de los ácidos húmicos que libera el Calcio (Ca) como elemento secundario, y el Fósforo en forma de Fosfatos asimilables. 


¿En qué cultivos y que dosis se usa? 


Se puede usar en todo tipo de plantas, ya sean hortícolas, frutales o del jardín. 


La dosis recomendada para frutales y vides es de 60 a 100 litros por hectárea en toda la temporada, repartido en post-cosecha un 20% y el 80% previo a la brotación. 


En lo que respecta a hortícolas se recomiendan sólo 40 a 50 litros por hectárea en toda la temporada dosificada riego por medio en la parte inicial del ciclo del cultivo o todo dividido en los primeros 2 riegos, dijo Jorge Vives, chacarero pocitano. 

En fincas con riego por goteo puede ser inyectado directamente en el sistema.
Si se riega tradicional puede ser aplicado en el mismo riego con un dosificador. 

La Frase 
 
Apliqué Hampi en todos mis cuadros de tomate y éste respondió de manera excelente. 
 
Jorge Vives - Productor Hortícola de Pocito 

La Frase 
 
Considero estos productos una buena herramienta para una producción sustentable en viñedos. 
 
Ing. Juan Ripoll - Asesor vitícola privado