La Licenciatura en Ciencias Geológicas, dictada en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ, finalizó recientemente el proceso de evaluación para concretar la acreditación ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y esperan los resultados a fin de mes. El proceso se lleva adelante entre las universidades nacionales que en el país dictan la carrera de Geología, con el fin de unificar planes de estudio, apuntar a la calidad de la enseñanza y concretar beneficios y mejoras en todos aquellos aspectos que presenten falencias. En el caso de San Juan, permitirá jerarquizar una carrera que en los últimos cinco años tuvo una sobredemanda de sus estudiantes a raíz de la industria minera. Sin ir más lejos, Geología tuvo un crecimiento sustancial de ingresantes y de hecho este año son 120 los alumnos que en la actualidad cursan el primer año. Una cifra hasta hace poco impensada.
“Cada provincia tiene su perfil y en San Juan estamos más orientados a la minería, por lo que si obtenemos una buena calificación permitirá a la empresas tener garantía de calidad de nuestros profesionales, además, cuando necesiten buscar gente para esta tarea pensarán en San Juan y no en otra provincia”, explicó Néstor Weidmann, director del Departamento de Geología de la UNSJ. Según Weidmann, a nivel local la tarea inició en octubre del año pasado con un proceso de autoevaluación de fortalezas y debilidades en la carrera, que incluyó el análisis de aspectos institucionales, académicos, financieros y de infraestructura. Se juntó y envió toda la documentación y luego representantes de la comisión evaluadora llegaron a la provincia para constatar la información, que implicó entrevistas al personal docente, alumnos, egresados y estudiantes de posgrado; además de conocer las instalaciones y dictado de las cátedras. “Recibiremos una calificación que nos acreditará por tres o seis años, en ese tiempo debemos comprometernos a realizar mejoras en lo que haga falta, esto traerá beneficios porque nos permitirá recibir recursos para fortalecer la planta docente o incorporar instrumental moderno que son algunas de las falencias”, detalló Weidmann. Por el incremento de alumnos, la habilitación de cargos para el apoyo a las cátedras es una de las necesidades pendientes; en consonancia, también será necesario ampliar las aulas para el dictado de clases y la incorporación de más instrumental.
El sistema de acreditación para las carreras de grado de interés público fue introducido en la Argentina por la ley 24.521 de Educación Superior de 1995. Estas carreras preparan para profesiones reguladas por el Estado, cuyo ejercicio puede poner en riego de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes del país. Cuando el Estado Nacional otorga la validez nacional y el reconocimiento, respalda estos títulos que otorgan las universidades y asegura a los ciudadanos que ese profesional está en condiciones de ejercer cabalmente la profesión para la que está habilitado.

