Podría considerarse como una mera excentricidad, o como un lugar inaccesible, incluso podría rozar con lo tenebroso. Pero sin dudas, la habitación llamada “Silvermine” es una de las más solicitadas en el hotel sueco del Condado de Västmanland. Este pent-house subterráneo se encuentra a 155 metros de profundidad. Y se localiza específicamente en una profunda sala de una antigua mina del siglo XVI, que en algún momento se consolidó como el mayor yacimiento productor de plata del país nórdico.

Según la experiencia de aquellas personas que han tenido la posibilidad única de pasar una noche en esta habitación, antes de llegar al pent-house subterráneo, el personal del hotel se encarga de realizar una visita guiada por todos los sectores de la antigua mina.
Este increíble y excéntrico lugar no posee ventanas y cuenta tan solo con la iluminación que proveen las velas que permanentemente son cambiadas por el personal de mantenimiento. El “toque místico” de la habitación, según información del hotel que la maneja es el romanticismo que promueve el ambiente que se crea dentro de la suite. Sin embargo, los que han experimentado pasar una noche en el corazón de una mina dicen que es muy “intrigante y misterioso” dormir con una mole gigante sobre la cabeza.

Para aquellos que se animen a visitarla existen ciertos datos básicos y fundamentales para tener en cuenta de manera previa: no es un lugar para personas que sufren de claustrofobia. A su vez, existen lugares dentro de la habitación y el hotel donde los techos son muy bajos y las paredes totalmente irregulares (por haberse estructurado según las galerías y socavones de la antigua mina de plata). También es necesario protegerse permanentemente del frío (especialmente en la temporada invernal), ya que la temperatura promedio durante todo el año es de 2 grados en el interior de la mina. Aunque el pent-house subterráneo suele mantenerse a una temperatura ambiente de 18 grados por el sistema de calefacción general que utiliza el hotel.

La comunicación es otro factor bastante importante para ingresar a la Silvermine Suite. No existe teléfono fijo dentro del cuarto subterráneo, tampoco existe señal para ningún tipo de celular. Por lo tanto, antes de descender 155 metros bajo tierra para pasar la noche, el hotel se encarga de otorgar un intercomunicador a cada persona que ingresa al pent-house subterráneo. Las distancias también juegan un factor importante a tener en cuenta a la hora de pensar en pasar la noche dentro de la mina. El baño se ubica a 50 metros de la habitación central de la suite, y es tan largo el recorrido por las galerías subterráneas para llegar hasta la superficie que se necesita siempre la asistencia del personal del hotel, que por lo general ofrece dicha guía una vez que terminan de servir el desayuno. Debido a las grandes distancias de las galerías, existen pequeños bares y lugares para un tomar un snack en las inmediaciones de la inmensa y profunda habitación. Pero siempre se debe acceder a ellos utilizando un pequeño mapa que orienta sobre la ubicación de los distintos sitios.

Sin embargo, más allá de todas las indicaciones o contraindicaciones para pasar una noche en la habitación Silvermine, el mayor impedimento (para muchos), sería su valor. El hotel alquila su pent-house subterráneo a 450 euros por noche. Esto equivalente a 3.150 pesos argentinos (según el valor de cambio). Una cifra no menor para una experiencia histórica e industrial que el huésped recordará por el resto de su vida.