Cinco estrellas para el taller de mantenimiento de flota minera en la mina Cerro Vanguardia (CV), Santa Cruz, tras una auditoría de control de Caterpillar efectuada recientemente. Es la máxima calificación que otorga la firma y luego de una evaluación técnica que determinó que los talleres de CV cumplen en un 98,8 por ciento con los exigentes parámetros que fija la “Guía Caterpillar” para estos talleres. Es la primera vez que un taller de AngloGold (empresa operadora de Cerro Vanguardia), logra esta distinción y la segunda en Argentina. El año pasado y tal como publicara este medio oportunamente, el taller de Bajo de la Alumbrera, en Catamarca, obtuvo la certificación por sexta vez consecutiva lo que posicionó a la mina como única en el mundo con esta característica. Sucede que este proceso de mejora continua se aplica en otros lugares, pero algunas empresas no han logrado tal certificación o no pudieron mantener el estándar. En otras minas existen regímenes propios de control, como el caso de Veladero en San Juan, que desde hace cuatro años realiza el mantenimiento de sus camiones en forma directa.
En el caso particular de Cerro Vanguardia, se destacó en forma sobresaliente el sistema de reutilización del agua de lavado que se utiliza en el taller, que procesa los fluidos ya usados mediante una planta de separación de agua, lodos y aceites, con un equipo de bombeo que la dispone nuevamente para su uso en el lavado grueso de equipos. De esta manera, se reduce notablemente el consumo de agua.
La obtención de esta certificación por parte del taller santacruceño, contempló el cumplimiento de ciertos ítems vinculados al control de calidad establecidos en la “Guía de Control de Contaminación Caterpillar”, que establece 14 estándares bien determinados.
“Abarcan todo el proceso de mantenimiento del taller para equipos pesados, arrancando por la capacitación del personal para asegurar el conocimiento de las normas que rigen las buenas prácticas de mantenimiento para asegurar la limpieza de fluidos, pasando además por la limpieza del equipo antes del ingreso al taller, las instalaciones del taller, las bodegas de repuestos y de almacenamiento de fluidos, las practicas de mantenimiento durante los procesos de mantenimiento preventivo o reparaciones, los centros de despacho de combustibles y de lubricantes y el pañol de herramientas”, detalló Juan Torres, jefe de mantenimiento de mina en CV.
Según Torres, la estructura del personal del taller está diseñada para atender cada uno de los trabajos que surgen del programa de mantenimiento, es decir, hay un grupo de personas específicos que se dedican a una tarea en particular. Así, está el grupo para el lavado de equipos, para los trabajos de mantenimiento preventivo, reparaciones en taller, mantenimiento preventivo y correctivo en campo, lubricadores y pañoleros.
De esta forma se puede dar respuesta a la demanda de vehículos que ingresan a las cinco bahías de mantenimiento en las que se realizan trabajos preventivos, predictivos y correctivos. “Con esta infraestructura, la dotación y la flota actual se atienden hasta 8 equipos diarios dentro del taller, sumados a los imprevistos que pueden repararse en el campo”, finalizó Torres.

