Un colorante orgánico conocido como azul de metileno es capaz de matar los parásitos de la malaria "a un ritmo sin precedentes" y además no se transmiten si el enfermo vuelve a ser picado por un mosquito, según un estudio que publica The Lancet Infectious Diseases. El informe elaborado por un equipo internacional durante un proyecto en Mali señala que, con el cloruro de metiltionina, a las 48 horas los enfermos ya no pueden infectar a nuevos mosquitos si les pican, según un comunicado de la Universidad holandesa de Radboud. La investigación destaca que el uso del azul de metileno es "muy prometedor, porque puede prevenir la expansión de la malaria en tan poco tiempo después del tratamiento".