Los Doritos, conocidos en México como “totopos” o nachos, son un alimento ligero y crujiente a base de tortilla de maíz frita o tostada. Su tamaño puede variar pero su forma triangular es una característica única de este snack, que suele consumirse en compañía de todo tipo de salsas, quesos fundidos, aderezos o guacamole.

La preparación requiere de pocos ingredientes y su ejecución toma solo algunos minutos. Además, las especias que le incluyamos a la masa son a gusto y es posible jugar con las combinaciones de sabores que más nos resulten atractivas. A continuación, algunas de las mejores recetas para hacer Doritos caseros.

Doritos hechos de harina de maíz

Receta para la Masa:

 1 taza harina común

1/2 de harina de maíz (la que se usa para hacer polenta)

1/2 taza agua tibia

1 cucharadita de pimentón

1 cucharita de sal

1 chorrito de aceite

Para cocinar:

 Aceite para freír

Para saborizar:

 Sal y pimentón a gusto

A elección: chimichurri, ajo y/o picante en polvo; pimienta

Pasos:

1) Hacer una masa con todos los ingredientes evitando que quede pegajosa. De ser así, agregar más harina.

2) Amasar y estirar hasta que la masa quede muy fina, luego pincharla completa con un tenedor para evitar que se inflen al freírla.

3) Cortar triángulos pequeños y freír en aceite caliente.

Se debe tener en cuenta que se cocinan muy rápido. Además, para que queden más gustosos, cuando se los saca del aceite se pueden volver a condimentar con los saborizantes sugeridos. Es fundamental guardarlos en recipientes cerrados para que no se humedezcan.

Doritos hechos de polenta

Debbie Oriette compartió en Cookpad la receta de los Doritos hechos de polenta:

Ingredientes:

 200 gramos de polenta instantánea

90 gramos de harina de trigo 0000

10 gramos de aceite

200 cc agua tibia

40 gramos de queso rallado extra fino

1 cucharadita pequeña de sal

Opcional:

 Pimienta, pimentón o la especia preferida.

Pasos:

1) En el vaso de la licuadora, colocar la polenta y licuar. Se obtendrá algo similar a una harina amarilla solo que un poco más gruesa.

2) Colocarla en un recipiente junto con la harina normal de trigo, la sal y el queso. Mezclar y agregar las especias elegidas junto con el agua y el aceite hasta formar una masa. Amasar hasta que a textura quede como plastilina.

3) Dejar reposar un rato y luego estirar hasta que quede finita entre dos papeles manteca o nylon. Cuanto más se estire, más crocantes saldrán. A continuación, cortar triángulos pequeños.

4) Freír en abundante aceite de girasol dando vueltas hasta que estén dorados y crujientes.

5) Escurrir en papel absorbente y luego colocar en un recipiente. Una vez fríos, guardarlos cerrados para que no se humedezcan.