El running es un deporte conocido por todos, pero recientemente el "canicross" comenzó a ganar adeptos a nivel nacional e internacional.

¿En qué consiste? 

El Canicross es una disciplina que se está consolidando en nuestro país y con una larga tradición en Europa. Consiste en correr con un perro atado a la cintura con un cinturón y una línea de tiro que va hasta el arnés del perro. Habitualmente se practica sobre tierra, aunque de forma ocasional se puede practicar sobre nieve, corriendo este caso con raquetas si es nieve blanda o con zapatillas si es dura.

El Canicross fue introducido en España hace aproximadamente 20 años en las competiciones regulares. A nivel federativo, depende de la Federación de Deportes de Invierno. En toda Europa el Canicross cuenta con mucha afición, existiendo una Federación propia con importantes campeonatos dedicados exclusivamente a esta modalidad y con un nivel competitivo altísimo.

El binomio hombre-perro hace especialmente atractiva esta práctica deportiva. Disfrutar de la naturaleza en compañía de tu perro y descubrir una afición en común con él, la pasión por correr, aportan un valor añadido a los aficionados al mundo de las carreras de montaña que son al mismo tiempo amantes de los animales.

El material necesario para practicarlo se compone de un arnés especial de tiro para el perro, no siendo válidos los arneses de paseo, una línea de tiro con amortiguador y un cinturón de canicross, que será ancho para proteger la espalda del corredor de los tirones del perro.

Precauciones especiales para la práctica del canicross

En el canicross el corredor debe de pensar en su compañero de entrenamiento tanto como en él mismo. No olvidemos que el perro es un animal tan fiel que en ocasiones puede llegar a extremos físicos que le pueden perjudicar seriamente por el simple hecho de seguir corriendo junto a su guía.

Al igual que el corredor debería pasar un reconocimiento médico, nuestro compañero debería pasar por el veterinario para comprobar su estado físico y descartar posibles anomalías o incompatibilidades.

Una vez que empecemos a entrenar, los mismos principios que rigen la mejora física humana son aplicables al perro. No podemos empezar corriendo el primer día 20 km. porque nuestro perro acabará desfallecido. Debemos seguir los mismos principios de progresión que aplicamos con nosotros.

Especial precaución debemos tener con la temperatura. Los efectos de las altas temperaturas, y en el caso del perro hablamos de temperaturas cercanas y superiores a los 20º, pueden llegar a ser fatales. Debemos, por tanto, evitar a toda costa correr con más de 20º (las competiciones se limitan a partir de este punto) para evitar problemas mayores.