El consumo de la yerba mate es muy usual en el territorio latinoamericano, principalmente en las regiones de la Argentina, Uruguay, Paraguay, y Brasil. Más allá de la cercanía geográfica que une a estos pueblos, se comparte mucha cultura, entre ellos, el mate. Pero, ¿Alguna vez creíste que los mayores importadores de yerba mate del país son Siria y Líbano?

Pese a la distancia que existe entre la Argentina y Medio Oriente, no resultó un problema para la tradición matera. El mercado árabe, recibe el 80% de la exportaciones de yerba mate de Argentina, que representan alrededor de treinta y dos millones de kilogramos anuales. En segundo lugar se encuentra Chile, que recibe un 11%, siendo casi cinco millones de kilos por año. 

Los números demuestran un claro ejemplo de desarrollo comercial, ya que en los últimos años creció exponencialmente la cantidad de yerba que ellos adquieren. Este mercado consume el estilo de yerba molida, como la que se consume en Argentina. “Ellos consumen mate desde hace mucho tiempo, porque los comerciantes sirios y libaneses que vinieron a Argentina, aprendieron a tomarlo y llevaron para allá nuestras costumbres”, explica el Director del Instituto Nacional de Yerba Mate en un diálogo con MDZ.

Las similitudes entre ambas culturas

Esta población tiene unos rasgos muy similares a los nuestros, que no se encuentran muy fácilmente alrededor del mundo. La afectividad, amistad y la manera de relacionarse es parecida a la argentina por lo que el ritual matero encaja a la perfección. “Ellos comparten el mate en las reuniones entre vecinos, amigos tal cual como hacemos nosotros. Por eso pegó muy rápido y bien su consumo”, agrega el Director del INYM. La manera de consumir es casi idéntica a la que existe en nuestro país, se bebe con el fin de compartir un encuentro con el otro. En Medio Oriente el recipiente que utilizan son mates de cerámica, madera, pero mayormente consumen en vasos de vidrio. 

Estos países son de los pocos en donde los propios ciudadanos consumen la infusión de manera espontánea y natural. En cambio el consumo en los otros países, como lo pueden ser los europeos, norteamericanos, o incluso asiáticos, son principalmente para argentinos que emigraron allá y lo consumen junto a su familia. “De a poco se va globalizando el mate, y se animan cada vez más a consumirlo en otros países. A través de promociones del INYM, o por lo que ven a raíz de los futbolistas latinoamericanos, o incluso lo ven al Papa consumiendo mate, les genera curiosidad y le preguntan a argentinos de qué se trata y quieren probarlo” añade.