En una cumbre sin precedentes ya que se realizó de manera virtual por primera vez en 40 años de historia, el Mercosur reafirmó ayer su "compromiso con una coordinación eficiente y permanente para frenar el avance del coronavirus y mitigar sus consecuencias sanitarias, económicas y sociales" que provoca la pandemia, que en algunos países de la región como Brasil, Perú y Chile ha provocado miles de muertes.

La declaración fue el aporte final de la reunión del bloque regional que juntó tras la pantalla a los presidentes de la Argentina, Alberto Fernández; de Brasil, Jair Bolsonaro; de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, como estados partes, en la 56ta Cumbre de Jefes de Estado, que se realizó desde Paraguay e incluyó el traspaso de la presidencia pro-témpore de este último a Uruguay.

En su alocución, el presidente Alberto Fernández convocó a la "unidad" de los países miembros del Mercosur para "encontrar soluciones al mayor desafío de la región que es la desigualdad social", y planteó que el panorama social y económico internacional tras la pandemia por coronavirus brinda "una posibilidad de construir un mundo nuevo más justo".

"América latina, por origen y por destino, está llamada a ser una región única y absolutamente integrada", remarcó el primer mandatario, luego de la apertura que realizó por videoconferencia y desde la ciudad de Asunción el anfitrión del encuentro, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.

Luego la ronda continuó con las intervenciones de los mandatarios de Brasil, Jair Bolsonaro; y Uruguay, Luis Lacalle Pou, a quien se le traspasó la presidencia pro témpore del bloque.

En su discurso, Fernández advirtió que las "diferencias que puedan surgir, ideológicas, conceptuales o del tipo que quieran, pasan a un segundo plano a la hora de entender que son los pueblos los que se vinculan más allá de los gobiernos que ocasionalmente gobiernan nuestras repúblicas" y afirmó que "ninguno debe buscar su suerte individualmente".

Al hablar ante el plenario de jefes de Estado, Fernández remarcó que eso debe ser así "a la hora de entender que son los pueblos los que se vinculan más allá de los gobiernos que ocasionalmente gobiernan nuestras repúblicas".

Entre los objetivos para el Mercosur, el Presidente sostuvo la necesidad de que los integrantes "vean cómo lograr que los desequilibrios y asimetrías desaparezcan" en el bloque "en favor de Uruguay y Paraguay, que necesitan tener un desarrollo tan pujante como Brasil y Argentina".

Asimismo habló de la necesidad de "ver cómo nos integramos al mundo globalizado como región, todos juntos, porque si cada país lo hace solo va a estar a atado a su suerte".

"Estoy aquí para que nos unamos y trabajemos más juntos que nunca porque la historia nos ha puesto el desafío de gobernar nuestros países en un tiempo de mucha enfermedad y desigualdad, pero también nos da una oportunidad de construir algo diferente. Tenemos que estar más unidos que nunca", remarcó.

El tema de la pandemia estuvo presente en todo el discurso del mandatario argentino, así como en los de sus pares de la región, al señalar que a todos los Presidentes les tocó "un tiempo difícil" para gobernar y debieron "acostumbrarse a buscar el desarrollo en el medio de una enfermedad".

Desplante a Bolivia

Una situación que incomodó a sus pares protagonizó Alberto, que cuando le tocó hablar a la presidente provisional de Bolivia, apagó las pantallas que transmitían la cumbre. Fue un desplante por considerar que el gobierno de Jeanine Añez "es de facto".

Las indefiniciones

Temas clave, como la firma del acuerdo con la Unión Europea (UE) y el ajuste del Arancel Externo Común, que Brasil considera urgente "simplificar y armonizar", quedaron sin definición.

Bolsonaro insistió con cerrar acuerdos con otros bloques.