Pase. Después de un saludo afectuoso que incluyó un beso en la mejilla y un fuerte apretón de manos, Christine Lagarde, invita al ministro Dujovne a entrar a su oficina de directora gerente del FMI para negociar el acuerdo.

Argentina pidió formalmente ayer al Fondo Monetario Internacional (FMI) un Acuerdo de Derecho de Giro, también conocido como "Stand-By (SBA)", para afrontar la crisis por la abrupta depreciación del peso.

En el cara a cara en Washington, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, acordaron avanzar en negociaciones destinadas a que la Argentina acceda de manera expeditiva a un crédito stand by, que permitirá al país enfrentar la volatilidad cambiaria y financiera.

El pedido formulado por la Argentina y el inicio formal de las conversaciones recibió un fuerte espaldarazo del gobierno de Estados Unidos a través del subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro, David Malpass, quien le manifestó a Dujovne su apoyo "al programa propuesto" al organismo para "para incentivar el crecimiento y las reformas del mercado".

Así lo anunció Dujovne por la tarde a través de un comunicado de prensa. El ministro, quien retornó al país en las últimas horas de ayer, aseguró que la decisión de acudir al FMI "nos ayudará a lograr una Argentina que crezca de manera sostenida y siga avanzando hacia el desarrollo, cuidando a todos los argentinos, especialmente a los que menos tienen".

Lagarde, también a través de un comunicado de prensa, dijo que con Dujovne "hemos concordado en que nuestro objetivo común es que estas conversaciones lleguen expeditamente a una conclusión".

La directora gerente del FMI destacó que lo que se busca es "ayudar a las autoridades en el fortalecimiento de la economía argentina a la luz de la renovada y significativa volatilidad de los mercados financieros".

En ese marco, Lagarde ratificó su "firme apoyo a las reformas de Argentina" y expresó "la disposición del Fondo para seguir ayudando al gobierno".

"He informado al Directorio Ejecutivo del FMI sobre los avances que hemos logrado y he dado instrucciones al equipo técnico para que prosiga en conversaciones orientadas hacia un programa respaldado por el FMI", concluyó Lagarde.

A partir de la formalización del pedido de parte de la Argentina, la semana próxima podría arribar al país una delegación técnica del organismo para pasar revista a los números del país y avanzar en las negociaciones.

En base a los cálculos que manejan en el Palacio de Hacienda, la firma de un acuerdo de este tipo lleva aproximadamente seis semanas, por lo que el entendimiento se podría rubricar en los primeros días de julio.

Dujovne explicó, que el acuerdo, que algunos analistas estiman en unos 30.000 millones de dólares, "nos ayudará a preservar todo lo que hemos logrado en los primeros años de gobierno con mucho esfuerzo de todos los argentinos" .

Respecto al monto, Dujovne advirtió que "hasta tanto logremos cerrar el acuerdo con el FMI, nos hemos comprometido a no hablar de cifras o modalidades". "Lo único que puedo informar es que hemos pedido que se considere para Argentina un acuerdo stand by de alto acceso. Este instrumento tiene la flexibilidad necesaria para cumplir el objetivo que estamos buscando", subrayó.

El acuerdo financiero stand by de alto acceso tiene como principal objetivo solucionar problemas transitorios, como los relacionados con la balanza de pagos, son de carácter precautorio con la opción de hacerlos efectivos en caso de necesitarlos. Esta modalidad de crédito del FMI contempla plazos de entre 12 y 36 meses; y el monto de esta línea se rige por una combinación factores, como la necesidad de financiación, la capacidad de pago y un seguimiento del país.

Loser es optimista

Claudio Loser, exdirector del Fondo Monetario Internacional para América Latina, aseguró ayer que la decisión de Argentina de pedir un préstamo al organismo significará una "señal positiva en los mercados" y consideró que el momento actual del país no es comparable a su grave crisis del 2001.



 

>> Guiño desde el gobierno de Trump  

Antes del encuentro con Chistine Lagarde, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne se reunió ayer en horas del mediodía con el subsecretario del Tesoro estadounidense, David Malpass, quien manifestó su "beneplácito" a la reanudación del diálogo entre Argentina y el FMI.

Estados Unidos, que es el mayor accionista del FMI, "reiteró su sólido" apoyo hacia el programa de reformas orientadas al comercio implementadas por el gobierno de Mauricio Macri con el fin de promover el crecimiento impulsado por el sector privado" y el programa de reducción de déficit fiscal, sostuvo Malpass.

Malpass, reiteró su "rotundo respaldo" a la agenda de "reformas orientadas hacia el mercado" de Argentina, tras reunirse con Dujovne, y dio la "bienvenida" a la negociaciones con el FMI.

Asimismo, el funcionario de Donald Trump, aplaudió el plan del ministro Dujovne de "fortalecer la política fiscal y las decisivas acciones de Argentina para volver a anclar la inflación".

También manifestó que el Tesoro haría un atento seguimiento de los avances? que logre Argentina con el FMI, dijo Malpass.

Por último, Malpass dio "la bienvenida a las discusiones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional acerca de un programa para impulsar el crecimiento y las reformas de mercado".

Las últimas previsiones del Fondo, de abril, situaron el crecimiento económico estimado para Argentina este año en el 2 %, a la vez que pronosticó que la inflación cerrase el año en 19,2 %, 4 puntos más que lo pautado.

En tanto, el expresidente Eduardo Duhalde dijo ayer "cómo se sale" de la situación actual de la economía, se ofreció para "ayudar" al Gobierno y consideró que "peleándonos no vamos a ningún lado" como país. "Yo sé cómo se sale de estos problemas. Yo garantizo que es posible", afirmó Duhalde en declaraciones a radio La Red y advirtió: "Peleándonos no vamos a ningún lado"