La niña fue trasladada de urgencia al Hospital Perrando porque necesitaba cuidados intensivos. El cuadro era de extrema gravedad: desnutrición crónica, anemia, neumonía. Sumado a un embarazo de 28 semanas. Y a su edad: 13 años. Ante la posibilidad certera de su muerte, fue sometida a una cesárea. El bebé, prematuro extremo, pesa menos de un kilo. La niña y el bebé luchan ahora por salvar sus dos vidas. 

La niña, de la comunidad Qom, tiene falla multiorgánica. No le llega oxígeno a los tejidos. Los médicos del hospital más grande de Resistencia, Chaco, no creen que pueda sobrevivir.

"La niña llegó al hospital el viernes 2. La trasladaron del hospital de Castelli porque necesitaba estar en terapia intensiva. Tenía neumonía, anemia y desnutrición crónica y un embarazo de 29 semanas. Esta mañana se le hizo la cesárea por deterioro y riesgo de salud materna y fetal. El bebé está en neonatología, con muchos cuidados, es prematuro extremo, pesa menos de un kilo", explicó a Clarín Andrea Mayol, directora del hospital Perrando.

Chaco es una de las provincias con peores índices del país. Según el Indec, Gran Resistencia es la ciudad más pobre: el 39,2% de su población vive bajo de la línea de pobreza. Son más de 150 mil personas. La indigencia es del 8,8%, 33 mil personas.

La niña internada en el Perrando no iba a la escuela, no estaba escolarizada. Vivía con su pareja de 19 años desde hacía dos años. No tiene madre. Una tía espera por ella en el hospital. En lo que va del año ya hubo quince muertes maternas en Chaco. 

Rolando Núñez es el coordinador del Centro Mandela DD.HH. Centro de Estudios e Investigación Social. Está en Chaco. "Es una problemática repetida. En la comunidad indígena, una vez que la mujer menstrúa se considera que está lista para tener relaciones sexuales. Pero no es que tengan una regla de iniciación cultural con familiares o algo así, aunque el abuso intrafamiliar existe". Núñez explica que no hay educación sexual en las escuelas de la región, que los maestros no están capacitados, que los agentes sanitarios de atención primaria tampoco brindan información. Y habla de la barrera del idioma entre estos referentes y las comunidades, formadas por unas 70 mil personas.