Tras detectar que 79 personas en situación de calle habían contraído COVID-19, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió cerrar un albergue donde estaban alojadas en el barrio porteño de Retiro. El primer caso se conoció el viernes 9, cuando los médicos confirmaron que el test que le habían realizado a una persona en situación de calle que había presentado síntomas dio positivo.

Inmediatamente se activó el protocolo y se aisló a las personas que habían estado en contacto directo con el hombre. Al hisopar a esos cuatro individuos, que hasta ese momento estaban asintomáticos, comprobaron que también estaban infectados.

“A partir de ese momento y durante el fin de semana se identificaron casos positivos adicionales, que derivaron en la decisión de realizar el test a la totalidad de los residentes en el Parador y los trabajadores, incluso los asintomáticos”, explicaron desde el gobierno porteño en un comunicado oficial.

El control sanitario, que finalizó el lunes por la noche, arrojó que hay 79 casos positivos y 13 en estudio a la espera del resultado. “Todos fueron traslados al sistema extrahospitalario de la Ciudad, al tiempo que se determinó el cierre del parador que ahora se encuentra sin actividad. Durante el día de hoy se realiza una desinfección integral del predio y edificio", indicaron. Y agregaron: “En principio y hasta que se finalice la evaluación se trata de casos leves. La ocupación al momento de la activación del protocolo era de 92 personas”.

Actualmente hay en funcionamiento 32 paradores con 2.099 camas, de las cuales hay ocupadas 2.023. De ese total, unos 8 fueron abiertos durante la cuarentena: 6 generales y 2 para adultos mayores para dar contención a 960 personas.

Desde el inicio de la pandemia, se tomó la decisión de que todos los Centros de Inclusión de la Ciudad estén abiertos las 24 horas de los 7 días de la semana para garantizar que toda persona pueda cumplir con la cuarentena. De esta forma, se generaron las condiciones para que todas las personas en esta situación tengan la posibilidad de hacer el aislamiento.

Para todos los ingresos se debe efectuar un control de temperatura y si hay un caso sospechoso de COVID-19, se realiza un triage físico, se aísla a la persona y se procede a llamar al 107 o 148 (PBA), según corresponda.

Cada dispositivo cuenta con un espacio de aislamiento para trasladar a los alojados en caso de ser necesario.

Cuando una persona desea salir, se le entregan tapabocas o barbijo y guantes. En todos los paradores hay estos insumos a disposición. En cuanto vuelven, todas las personas deben higienizarse para dar cumplimiento con el protocolo establecido.

Se instruyó a todo el personal de los dispositivos a utilizar elementos de protección y cuidado, el lavado de manos frecuentemente con agua y jabón, utilización de alcohol en gel, evitar todo tipo de contacto físico, mantenerse a más de un metro de distancia de las personas y no compartir alimentos, bebidas, cubiertos, platos, vasos, teléfonos celulares ni objetos personales.

Además, se reforzó la provisión de elementos de prevención como barbijos, jabón, alcohol en gel, toallas de papel y termómetros. Se verificó la aptitud de los productos desinfectantes a través de fichas técnicas de los fabricantes, fechas de caducidad, concentraciones y disoluciones apropiadas, y condiciones de almacenamiento.

También se reforzaron las frecuencias de repasos de limpieza con desinfectantes y la técnica de doble trapo rejilla especialmente en aquellas superficies de contacto habitual: controles biométricos, pasamanos, escritorios, mesas de salas de reunión y zonas de descanso y alimentación, con especial énfasis en las superficies de espacios de atención al público.

Asimismo, se repasan las mesas de reuniones una vez finalizadas las mismas y se verifica que haya alcohol en gel cerca de los controles biométricos de acceso a cada edificio y en los mostradores de atención al público y mesas de reunión.

Infobae