El Gobierno nacional decidió ayer postergar por un mes el ajuste del impuesto a los combustibles líquidos, que debía regir desde el 1 de junio, y las petroleras analizan la posibilidad de no realizar aumentos.

Las petroleras que controlan el mercado de combustibles líquidos ratificaron ayer que el precio en surtidores tiene un atraso de entre 10% y 15%.

Desde una de las compañías privadas se expresó que "una decisión de aumento de precios está muy condicionada por la situación recesiva del consumo de combustibles". Desde YPF se analizaba ayer que el anuncio del Gobierno "saca el piso de un eventual aumento que se daría sólo por trasladar el peso impositivo".