La Cumbre del G-20 que se realizará en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre posará los ojos del mundo sobre Argentina. Pero, además de la trascendencia internacional para el país, el encuentro de las mayores economía del mundo será un disparador para reuniones bilaterales de alto impacto político para Mauricio Macri.

Según confirmó ayer el canciller argentino, Jorge Faurie, el Presidente mantendrá un diálogo con su par de Estados Unidos, Donald Trump, "con el cual tiene un vínculo de conocimiento y amistad previa". En esos días 
se reunirá también, entre otros, con la canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente ruso, Vladimir 
Putin, y llevará al presidente de Francia Emmanuel Macron y a su esposa Brigitte Macron en helicóptero a 
almorzar a un exclusivo restaurante del Tigre. Pero hay una reunión bilateral confirmada ayer por Faurie, que sobresale del resto: Macri tendrá un cara a cara con la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May.

Será una bilateral histórica que tendrá lugar el viernes 30 de noviembre, pasado el mediodía.

Será una reunión breve, y deberá producirse en Costa Salguero, sede de la cumbre del G-20, entre las 14.30 y las 15.15 del viernes 30. Se realizará después de la bilateral de Macri con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

La última bilateral entre los líderes de la Argentina y el Reino Unido ocurrió en Chile, en 2009, entre Gordon Brown y Cristina Kirchner. Después el vínculo desmejoraría. Pero una bilateral en Argentina sólo se remonta a la que tuvo Fernando de La Rúa con Tony Blair, en Puerto Iguazú en 2001.

Si bien Macri y May tuvieron un intercambio positivo de palabras este año durante la cumbre del G-7 en Toronto, el deshielo en la relación con el Reino Unido tuvo un comienzo con tropiezos. Fue en 2016, cuando se saludaron en Naciones Unidas. Entonces, por un error de comunicación, y falta de ayuda de sus asesores, el Presidente dijo que la premier le había dicho que estaba "de acuerdo" con comenzar a hablar de soberanía. Desde Londres llegaron las aclaraciones de que eso no se había hablado. No hubo desmentidos dado que estaban en un buen momento.

En este sentido, el canciller Faurie adelantó que "uno de los objetivos perseguidos" por el jefe de Estado argentino "es enriquecer con Gran Bretaña la relación bilateral y una mayor cooperación comercial, así como la creación de un vuelo aéreo a Malvinas que sirviera como una conexión adicional" y añadió que "estamos próximo a tomar una decisión".

Faurie destacó que Macri se ha empeñado desde su llegada a la Presidencia en "generar un clima de confianza" con el Reino Unido y "de analizar todos los aspectos de la relación bilateral para enriquecerla en todos los dominios, con una cooperación en materia económica y financiera".

La agenda de diálogo bilateral ha incluido en los últimos años la cuestión de las islas Malvinas, bajo dominación británica y cuya soberanía reclama Argentina. Ambos países, enfrentados en guerra en 1982 por las Malvinas, negocian ahora la apertura de una ruta aérea entre el territorio continental argentino y el archipiélago y sólo falta definir qué línea aérea la operará.