Llegó a las 15.30 y se instaló en su oficina de la planta alta del Instituto Patria. Cristina de Kirchner se movió, o al menos así se esforzó por trasmitir, como si no la afectara el procesamiento, embargo y pedido de prisión que dictó en su contra el juez Claudio Bonadío.

En el búnker de la calle Rodríguez Peña dijeron a Clarín que la expresidente tenía reuniones programadas y que no hubo, al menos hasta media tarde, actividad diferente a la de otros días.

De hecho, contaron desde su entorno, es habitual que la senadora se instale en esas oficinas para tener reuniones políticas. Allí también aparece su hijo, el diputado Máximo Kirchner, y sus colaboradores de siempre, entre ellos Oscar Parrilli.

Máximo, que por la mañana habló en un programa de radio y negó que el dinero de los bolsos de José López haya sido de su madre, congregó informalmente a parte de la cúpula de La Cámpora.

Por el Patria pasaron, aunque en principio no se reunieron con la ex presidente, los diputados Andrés "Cuervo" Larroque y Juan Cabandié.

Larroque, secretario general de la agrupación K, fue mencionado en la causa de los cuadernos por Martín Larraburu, ex secretario del ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina.

Carlos Zannini, ex mano derecha de Cristina durante sus últimos años como presidente, también se apareció esta tarde en el Patria. "Cuando está por Buenos Aires, siempre viene", contaron pero le quitaron toda connotación de preocupación, o que sea consecuencia de la resolución de Bonadio que trascendió pasado el mediodía.

Este martes, la ex presidente deberá declarar en la causa conocida como "La ruta del dinero K". Como ocurre hace varias citaciones, dejará un escrito y pedirá que no haya movilización de sus seguidores a tribunales.

El domingo por la noche, regresó de El Calafate adonde viajó el viernes pasado. Allí no estaba desde junio y regresó a la propiedad que se allanó por orden de Bonadío en el marco de la causa de los "Cuadernos de Centeno".

Fuente: Clarín