Denuncia persecución. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner viene denunciando en tribunales que es víctima de persecución política y espionaje.


El juez federal Claudio Bonadio envió a juicio a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento, a través de un pacto con Irán, de los imputados por el ataque fatal contra la mutua israelita AMIA, tres años después de que el fiscal Alberto Nisman apareciera muerto días después de denunciarla.

Tras cerrar la instrucción, Bonadio decidió abrir la vista oral y pública, en fecha todavía por determinar, con un total de 12 procesados, alguno de ellos en prisión preventiva.

La mandataria entre 2007 y 2015 y actual senadora evitó por el momento quedar presa por contar con fueros parlamentarios y es acusada, al igual que su excanciller Héctor Timerman y otro  de  sus colaboradores, de "encubrimiento agravado por el hecho precedente y por su condición de funcionario públicos, estorbo de un acto funcional y abuso de autoridad".

Este será el tercer juicio que debe enfrentar la exmandataria: en 2017 se anunció la apertura de un juicio por presuntas irregularidades en el Banco Central durante su mandato y el pasado viernes otro por supuesta corrupción en la adjudicación de obra pública.

El fiscal Nisman, que apareció muerto en enero de 2015 -en circunstancias aún sin esclarecer- cinco días después de denunciar a Cristina, encabezaba la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, que dejó 85 muertos y es atribuido por la comunidad judía a Irán y al grupo chiita Hizbulá.

El procurador estaba convencido de que un memorándum suscrito entre Argentina e Irán en 2013 para investigar conjuntamente el atentado buscaba, en realidad, encubrir a los sospechosos del ataque, entre ellos ex altos cargos del país persa, a cambio de mejorar la relación comercial bilateral. Tras la muerte de Nisman, su denuncia fue desestimada, pero la causa fue reabierta a finales de 2016.

"No tuvimos ningún otro propósito al suscribir el Memorándum de Entendimiento que lograr un avance mediante la toma de declaraciones a los imputados iraníes", expresó Fernández en un escrito presentado ante Bonadio el pasado octubre.

En su dictamen, el juez recordó ayer que la posición adoptada tradicionalmente por el Gobierno argentino fue la de acompañar los pedidos de la justicia nacional, que siempre fueron conseguir que los imputados iraníes fueran juzgados en Argentina. Mientras, relata que la actitud de Irán fue siempre la de no colaborar y negarse a la extradición de los imputados.

Sin embargo, Bonadio recalca que "esta postura" comenzó a cambiar cuando Fernández ofreció en un discurso en 2010 ante Naciones Unidas elegir un tercer país en donde llevar a cabo el enjuiciamiento de los iraníes. "Al poco tiempo, comenzaron a gestarse negociaciones secretas y oficiales que mantuvieron funcionarios del Poder Ejecutivo con representantes de Irán que culminaron en la suscripción del Memorando", añade el magistrado.

En su opinión, este documento -que fue aprobado por el Congreso argentino y declarado después inconstitucional y que en Irán nunca fue ratificado- fue el medio elegido para llevar a cabo el "plan delictivo" y procuraba la "normalización de las relaciones con Irán". Roberto Boico, abogado de Fernández, consideró que es evidente que se trata de una "persecución judicial" contra su defendida. Efe



 

Renuncia de Aníbal Ibarra 

El abogado y exjefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, renunció ayer a la defensa de Cristina Fernández de Kirchner, a una semana de haber asumido, en la causa en la que se la acusa de encubrimiento del atentado a la AMIA.

La renuncia fue confirmada por el propio Ibarra, a través de una carta que publicó en su cuenta de la red social Twitter, en la que sostuvo que lo hizo a los fines de evitar que se mezcle la causa del pacto con Irán con la tragedia de Cromañon, por la que fue destituido. Ibarra había asumido la defensa de la exmandataria el lunes pasado, junto con el abogado Roberto Boico, quien según pudo saber Télam, seguirá trabajando en la representación de la exmandataria. "Motiva esta decisión la información de que han puesto en marcha una operación mediática y política para golpear a CFK utilizando una vez más la tragedia de Cromañon a esos fines", sostuvo Ibarra en la carta que publicó en Twitter.

"En lo personal he pasado por amenazas a mis hijos menores de edad, por irrupciones a mi domicilio particular en varias oportunidades, incluidas fechas de cumpleaños y días del padre", recordó Ibarra, al explicar su renuncia.