Cristina Kirchner ya no tiene órdenes de detención en su contra. La Cámara Federal de Casación Penal decidió hoy hacer cesar la prisión preventiva de la vicepresidenta en la causa de los cuadernos. Los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña dijeron que no existen riesgos procesales que justifiquen una medida que prive de la libertad a la titular del Senado. La presidenta de la Sala I, Ana María Figueroa, sumó además como argumento que al momento de firmar esa decisión la entonces senadora gozaba de fueros y por lo tanto la prisión preventiva fue mal dictada, revelaron a Infobae fuentes judiciales.

El cese de la orden de detención había caído en la causa del Memorándum en diciembre pasado. Fue cuando se cumplieron dos años de aquella resolución dictada también por Claudio Bonadio y convalidada por la Cámara Federal. El Tribunal Oral Federal 8 entendió que no hay riesgos para pensar que pueda fugar o entorpecer, máximo cuando ahora es vicepresidente.

Así las cosas, la ex jefa de Estado ya no tiene prisiones preventivas en su contra, más allá de que sigan activas sus procesamientos y el avance de las causas judiciales.

La Sala I de la Cámara de Casación decidió hoy hacer cesar la prisión preventiva que había dictado contra la ex jefa de Estado el fallecido juez Claudio Bonadio. La decisión había sido tomada en setiembre de 2018 y ratificada por la Cámara Federal en diciembre, al revisar su procesamiento por jefa de asociación ilícita y cohecho. Era el auge de la causa por las anotaciones de Oscar Centeno, que había saltado a la luz pública a inicios de agosto y derivó en una lluvia de arrestos y arrepentidos.

Al dictar el procesamiento de CFK, ex el ministro Julio De Vido, su mano derecha Roberto Baratta y otra treintena de ex funcionarios y empresarios, Bonadio también decidió anexar una serie de causas que ya existían y entendió que estaban vinculadas a los cuadernos. También abrió otras investigaciones que se instruyeron en su juzgado.

En total, Bonadio dictó seis procesamientos con prisiones preventivas para CFK en el caso de los cuadernos (el séptimo también lo firmó Bonadio por Memorándum). La Cámara Federal solo ratificó tres: las anotaciones de Centeno, la cartelización de la obra pública y las coimas en el sistema ferroviario. Sin embargo, tal como lo explicó Infobae en noviembre pasado, la Cámara Federal dictó la detención de la ex presidenta por los cuadernos del remisero y supeditó las otras dos prisiones preventivas a esa primera orden, bajo la expresión “este a la prisión preventiva” ya dictada. Es decir, si cae la primera, cae el resto.

Esto fue lo que sucedió hoy. Casación decidió hacer cesar la prisión preventiva de Cristina Kirchner. El pedido había sido motorizado por el abogado Carlos Beraldi en noviembre pasado. En una audiencia pública, el defensor de la ex presidenta sostuvo que no había ningún riesgo que justificara un pedido de detención y calificó esa orden de “antojadiza”, “disparatada” y “vergonzosa”. Pero además en aquel momento el letrado remarcó: “El 10 de diciembre la doctora de Kirchner va a asumir como vicepresidenta, circunstancia que indica que es inimaginable que se preste a maniobras de escapar o entorpecer. No lo hizo ni cuando era presidenta ni lo va a hacer ahora que será vicepresidenta, ni en el mientras tanto lo hará”.

El análisis de la causa de los cuadernos en Casación no estuvo ajeno a la polémica. Es que hubo un planteo de la Sala III de Casación buscando la remisión de toda la causa de los cuadernos, en base a que una de los expedientes –el caso de los subsidios al transporte- había tenido una radicación en esas oficinas. Sala I se negó a aceptar el planteo, teniendo en cuenta que ya se habían llevado adelante las audiencias escuchando a las partes. Dijeron que eso iba en contra de las reglas fijadas por la propia Casación. Pero esos planteos hizo demorar una definición sobre el planteo de la preventiva de Cristina Kirchner.

Hoy, cuando la resolución sobre la prisión preventiva ya estaba firmándose, la Sala III firmó una nueva resolución que planteó un nuevo escenario. Los jueces Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Guillermo Yacobucci entendieron que el caso de los cuadernos no le correspondía a la Sala I, pero tampoco a ellos. Afirmaron que el caso debía pasar a la Sala IV, en manos de Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo. Es que allí se analizó el expediente por el enriquecimiento ilícito de Julio De Vido, otro de las causas que existían en Comodoro Py, desde el 2008, y con el avance del caso de los cuadernos fue a parar al juzgado que perteneció a Claudio Bonadio.

“Esta novedosa situación reconduce la radicación de los expedientes declarados conexos hacia la Sala IV, razón por la cual las causas conexas actualmente en trámite ante este Tribunal deberán ser enviadas a la Sala IV, a quien también deberá remitirse las oportunamente pedidas a Sala I”, escribió la Sala III.

Los jueces de la Sala I se enteraron en los pasillos de lo que estaba decidiendo sus colegas de la Sala III. Es que fue firmado después de las 13.30 y la jueza Figueroa, presidenta de Sala I, resolvió que fuera de horario tribunalicio no se recibiría nada. Fue entonces que mientras la Sala III declamaba la competencia de Sala IV, la Sala I firmaba el cese de la prisión preventiva de Cristina.

El tema de la preventiva no era el único aspecto que tenía que resolver Casación. También estaban planteos como la recusación l fiscal Carlos Stornelli por el procesamiento en su contra en la causa D’Alesssio, para cuestionar procesamientos dictados contra Cristina, De Vido, su mano derecha Roberto Baratta y tres empresarios y la situación de empresarios de segundas líneas que habían recibido la falta de mérito de Bonadio pero habían sido procesados por la Cámara Federal y por lo tanto reclaman una revisión (con doble conforme) de su situación.

Según explicaron a Infobae fuentes judiciales, la Sala I entiende que debe avanzar sobre el analisis de estas cuestiones porque ya hubo audiencias y tienen que pronunciarse. Después de completado este análisis, el tema de qué sala debe intervenir puede seguir discutiéndose para futuros planteos. El debate sigue abierto.