Médicos especialistas asesores del Gobierno nacional insistieron ayer con la sugerencia de suspender todas las actividades a partir de las 18 si las actuales medidas no fueran suficientes. También piden que se refuercen los controles en el transporte público de pasajeros y se posterguen cirugías no urgentes para no saturar aún más al sistema sanitario.

Pero este planteo, a modo de sugerencia, quedaba hasta corto luego que se conocieran las nuevas cifras diarias de contagiados que expuso al país ante un nuevo récord desde que comenzó la pandemia: Se reportaron 27.001 casos positivos de Covid-19 que hicieron, otra vez, saltar las alarmas en el Gobierno que debate en un cierre total por corto tiempo como sugirieron los expertos o ir a Fase 1 como quiere el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que no encuentra todavía suficiente eco en el gobierno de la Ciudad.

Para el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aún queda margen en el sistema sanitario para no ir a un cierre total o mucho más estricto.

‘No se descarta nada, pero nada es inminente‘. La aclaración que hace un importante funcionario con despacho en Casa Rosada resume la encrucijada del Gobierno ante el impacto de la segunda ola de coronavirus, el desgaste social y la recomendación que le hicieron los expertos al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Aplicar medidas más duras e incluso cierres totales, similares a los del año pasado, para lograr contener la curva de contagios, sería lo más razonable pero dudan por el impacto económico que esto podría significar. 

Frente a este escenario, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, no destacó ayer la posibilidad de que se implementen ‘medidas que compensen‘ a los sectores que eventualmente se vean afectados por ‘mayores restricciones‘. ‘Si efectivamente hay sectores, rubros productivos o zonas del país que se ven afectadas, vamos a generar políticas sociales para acompañarlos, como lo hicimos el año pasado. Va a haber medidas que compensen a esos sectores que se vean afectados claramente por las mayores restricciones‘, afirmó Arroyo en diálogo con radio Continental. 

Cafiero encabezó otra reunión urgente con los ministros del Gabinete nacional que no estaba prevista y habla de la urgencia sanitaria que atraviesa, principalmente, el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Con poco margen social y económico para imponer un regreso a fase 1 ó un cierre indefinido sin un contexto extremo, en el Gobierno admiten que la propuesta de los expertos no fue desechada. Es más, fuentes oficiales indican que se consolida la estrategia de eventualmente imponer ‘restricciones fuertes intermitentes‘, es decir, por períodos cortos y por zonas. Todo esto con un anuncio claro y concreto de que se restringe la circulación y con ella muchas actividades no esenciales, incluso económicas, por un determinado período de tiempo, sin prórrogas, como ya se implementó en varios países del mundo.

España, Gran Bretaña e Italia son algunos de los ejemplos que miran en la Casa Rosada en donde se impusieron medidas fuertes con relativo éxito en cuanto al acatamiento. Pero entre los colaboradores de Fernández surge el gran interrogante: ¿cuándo avanzar con más restricciones?.

Algunos dicen que ya se deberían haber tomado dando un mensaje claro a la sociedad de que sería por un período corto y cumplir con eso para que la gente termine por aceptar las medidas.

En base a ese ‘autocontrol‘ que, confían, comenzó a percibirse en la última semana, es que el Gobierno se decidió a esperar un poco más. “Si la gente cumple con estas medidas tal vez no haya que activar el botón rojo”, se esperanzan.