¿Misión imposible? El creciente rechazo social a la política económica de ajuste que lleva adelante el Gobierno para cumplir las metas fijadas con el FMI deja poco margen a una eventual reforma previsional. Tampoco el peronismo apoya.

La letra chica del acuerdo que acaba de aprobar el FMI para el salvataje de Argentina puso otra vez sobre el tapete una reforma del sistema previsional. Es que el Gobierno nacional se comprometió a evaluar cambios en las jubilaciones tal como estaba previsto en la Ley de Reparación Histórica sancionada en 2016 y que fijó un plazo máximo de tres años para retocar el sistema. De esta manera, durante 2019 el Gobierno, junto al personal del Fondo Monetario y los actores domésticos, intentará avanzar en una reforma previsional -de jubilaciones y pensiones-. El FMI considera "muy necesaria" y "socialmente equitativa" para "fortalecer la posición fiscal", fomentar "el crecimiento económico" y crear "empleo en el medio plazo".

Este compromiso con el FMI era esperable porque la ley de Reparación Histórica, sancionada a mediados de 2016, fijó un plazo máximo de tres años para que se implemente una reforma del sistema previsional "universal, integral, solidaria y sustentable". Esto quiere decir que, antes de mayo 2019, tiene que haber un proyecto. Ahora, se reconoce que del diseño de esa reforma participará el FMI quien, en verdad, viene abogando hace tiempo por una reforma del sistema previsional en la Argentina.

En el Report 16/346, de noviembre de 2016, donde evalúa el programa del Gobierno, el FMI propuso:

*Incrementar en forma gradual la edad de jubilación, en especial de las mujeres. Actualmente, las mujeres pueden jubilarse a los 60 años, con 30 años de aportes, y los varones a los 65 años, también con 30 años de aportes, pero ambos tienen la opción de jubilarse a los 70 años.

*Reducir el haber inicial de los futuros jubilados. Esto es bajar en un 20% la relación el haber jubilatorio inicial (que hoy ronda un 65% del salario promedio de los últimos 10 años). A modo de ejemplo dice que en muchos países el haber al momento del retiro jubilatorio es del 53% del salario.

*Cambiar la fórmula de actualización de la Ley de Movilidad de los ya jubilados. Esto se concretó en diciembre de 2017. A septiembre pasado, esa fórmula arrojó un aumento del 19,2%, frente a una inflación interanual del 40,5%.

Consultados por LPO, desde la cartera de Dujovne confirmaron el hecho y manifestaron que se trata de un tema "que está pendiente desde la Ley de Reparación Histórica". "Nosotros teníamos el compromiso de hacer una reforma previsional y el Congreso se lo autoimpuso. Eso en algún momento va a tener que suceder e incluso el Justicialismo lo entiende", subrayaron.

Sin embargo, desde el peronismo se mostraron sorprendidos y aseguraron a este medio que "eso no lo vamos a apoyar de ninguna manera". "Si quieren hacer una reforma del sistema previsional sin reformar el mercado de trabajo primero, significa que vas a descontarle beneficios a los jubilados", sostuvieron desde el bloque de Argentina Federal.

El compromiso no es menor, ya que se trata justamente del principal componente de los gastos del estado. Es por eso que al finalizar las elecciones legislativas del 2017, fue el principal objetivo a atacar por parte del Gobierno con la polémica reforma que desató una batalla campal en las calles y significó un costo político mayúsculo.

El cambio de fórmula 2017 quedó corto

El Gobierno de Mauricio Macri encaró la reforma previsional en 2017 para cambiar la fórmula de movilidad que ajustaba los haberes jubilatorios de acuerdo a la recaudación fiscal. Por entonces, la economía crecía a un ritmo del 2,8% anual, lo lógico era modificar la antigua fórmula de movilidad que incrementaba las jubilaciones fundamentalmente en base a la recaudación impositiva. Sin embargo, en este contexto recesivo donde la recaudación cae por debajo de la inflación, la nueva fórmula no permite licuar los egresos de la manera en que estaba proyectado y es por eso que será un aspecto vital para poder alcanzar un superávit fiscal en el 2020.

Por otro lado, el Memorándum de Entendimiento Técnico con el FMI también prevé modificaciones respecto al manejo del Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) que para el peronismo representará una venta de activos en torno a los 2.000 millones de dólares al año para solventar el gasto previsional.

En este contexto, el jefe del bloque de Argentina Federal del Senado, Miguel Ángel Pichetto, minimizó la posibilidad de que Cambiemos avance en una reforma previsional ya que no contará con el apoyo del peronismo.

"Plantear para 2019 una reforma previsional parece poco posible en el escenario parlamentario y además es un año muy complicado porque hay elecciones", dijo Pichetto.

Los justicialistas imaginan que los cambios incluirán un aumento de la edad jubilatoria, restricciones para ingresar al sistema y fundamentalmente una modificación de la fórmula de movilidad. "A partir de la última reforma, la fórmula de movilidad está atada a la inflación y para el FMI eso no se puede sostener porque no te permite ajustar el gasto público, es un egreso que está indexado", indicaron.