El Gobierno tiene decidido a intervenir en el conflicto entre Walmart y el sindicato de Camioneros, que dirige Pablo Moyano. En la mañana del jueves, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para obligar a las partes a negociar y frenar las medidas de fuerza de los trabajadores del centro logístico de la cadena, desde el cual abastecen a las 92 sucursales. El sindicato reclama que indemnicen y recontraten a 500 empleados por el cambio de dueño de la compañía, que hoy pertenece al empresario Francisco De Narváez.

A través de una solicitada publicada en los principales medios nacionales del país, entre ellos Clarín y La Nación, Walmart denunció hoy presiones por parte del gremio en su Centro de Distribución, "con asambleas, quita de colaboración y trabajo a reglamento", lo que produjo faltantes de mercaderías, especialmente en las sucursales más chicas.

En el mismo comunicado señalan que apenas asumió la nueva gerencia, en noviembre pasado, "recibimos el pedido por parte del Sindicato de Choferes y Camiones de despedir al personal afectado al Centro de Distribución, indemnizarlo y volverlo a contratar con la misma antigüedad". Añaden que eso es "una práctica ilegítima, no prevista por ningún marco legal vigente, ni con la forma en que desarrollamos nuestra actividad en el país".

Desde la cartera laboral, que conduce Claudio Moroni, anticiparon que la conciliación obligatoria estaba decidida y que era inminente. Tal como ocurrió este jueves a las 11 de la mañana. Eso implica una tregua de 15 días hábiles, la apertura de una mesa de negociación entre las partes y la suspensión inmediata de las medidas de fuerza. Clarín contactó a Camioneros, un sindicato aliado al Gobierno, pero hasta el momento no hubo respuesta.

El conflicto en Walmart escaló en los últimos 15 días ante la negativa de aceptar el pedido de Moyano de despedir y recontratar a sus afiliados por el traspaso de la cadena a manos del grupo De Narváez. "Hoy por la mañana hubo un intento de bloqueo al Centro de Distribución, pero fue levantado al poco tiempo", señaló una fuente de la empresa. De hecho, el propio De Narváez acudió al centro logístico de la cadena con toda la cúpula gerencial "para seguir de cerca del desarrollo de los acontecimientos".

El conflicto con los Moyano es el primer obstáculo serio que afronta De Narváez en su retorno al supermercadismo, a 22 años de la venta de Tía. En noviembre del año pasado, el empresario cerró trato con la casa matriz de la cadena norteamericana, la 4° más importante del país, lo que derivó en el reclamo de trasladar los contratos de trabajo, ya que consideran que el cambio de dueño los obliga a pagar la indemnización del personal y retomarlos con la misma antigüedad.

Los reclamos de Moyano ofrecen un aspecto curioso: la relación de Hugo con la familia Macri (primero con Franco) por la empresa recolectora Manliba. Ya como jefe de Gobierno porteño, Mauricio convalidó el pago de indemnizaciones a los trabajadores de ese servicio y la conservación de sus puestos en las renegociaciones de los contratos, lo que consolidó una alianza entre los dos."El gremio aplicó siempre esta fórmula en las empresas de recolección de residuos, que cambia la concesión periódicamente. Pero el caso de Walmart es diferente", replican desde la cadena.

"En este caso la empresa es la misma y lo único que cambió fue el accionista. Tiene el mismo CUIT, los mismos proveedores y los mismos activos", señaló una fuente empresaria. En la solicitada aclaran que "ante nuestra negativa, en las últimas dos semanas nos vimos condicionados por recurrentes medidas de fuerza encubiertas que derivaron en una caída del 75% en la distribución de alimentos básicos y en un desabastecimiento de productos esenciales a más de 1 millón de familias".

Walmart está hoy en plena reconversión. Al frente de la cadena están dos hombres de su estrecha confianza, Fernando Minaudo y Federico Erhart, que diseñan una estrategia para liderar en el negocio del consumo masivo. Pero el propio De Narváez es el que sigue de cerca el conflicto gremial. A tal punto que tres semanas atrás mantuvo un encuentro en la sede central de Camioneros para negociar cara a cara con Moyano. Dicen que fue una reunión breve, poco cordial y que no produjo avances.

Finalizada esa breve reunión, según fuentes de la cadena, comenzaron las medidas de fuerza en el Centro de Distribución, lo que "dificulta el normal abastecimiento de productos básicos, especialmente en las sucursales más chicas", aseguran.