El papa Francisco ratificó ayer uno de los puntos clave de su doctrina: que el derecho de propiedad es "un derecho natural secundario derivado del que tienen todos" y del "destino universal de los bienes creados" y reiteró que "la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó siempre la función social de cualquiera de sus formas".

El Pontífice instó a que "al momento de repensar la idea de la justicia social" se haga "siendo solidarios y justos" y "luchando contra quienes niegan los derechos sociales y laborales", contra "esa cultura que lleva a usar a los demás, a esclavizar a los demás, y termina en quitar la dignidad de los demás".

En un mensaje enviado a los participantes de la Conferencia Internacional de jueces miembros del Comité por los Derechos Sociales de África y América, que adhieren a la doctrina franciscana, el Papa destacó la necesidad de asumir un "compromiso incondicional" de "hacernos cargo del dolor del otro y no resbalar hacia una cultura de la indiferencia".

"Justos los que hacen justicia. Justos sabiendo que, cuando resolviendo en el derecho, damos a los pobres las cosas indispensables no les damos nuestras cosas, ni la de terceros, sino que les devolvemos lo que es suyo. Hemos perdido muchas veces esta idea de devolver lo que les pertenece" aseguró al reflexionar sobre el tema del encuentro, que es "la construcción de una nueva justicia social", proclamó el pontífice.