El Senado rechazó el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo aprobado por la Cámara de Diputados en la histórica sesión del 14 de junio último, cerrando así la puerta a la posibilidad de que la Argentina ingrese al grupo de países en los que rige la legalización del aborto.

Después de más de catorce horas de debate, la fuerte resistencia a la iniciativa no hizo más que consolidarse. La primera señal en ese sentido la dio José Alperovich (PJ-Tucumán), uno de los últimos senadores que quedaban sin revelar su voto, al anunciar que se sumaba a la oposición al proyecto.

El pronunciamiento de la Cámara alta implica un duro golpe para el colectivo de organizaciones de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, ya que la iniciativa no podrá volver a discutirse hasta el 1 de marzo del año próximo.

El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo se suma así a la selecta lista de iniciativas de trascendencia nacional que han fracasado en el Senado. Compartirá espacio en esa galería con la denominada "ley Mucci", rechazada durante el gobierno deRaúl Alfonsín ; y la polémica resolución 125, hundida por el recordado "voto no positivo" de Julio Cobos durante la primera administración de Cristina Kirchner .

El interés que despertó el proyecto quedó reflejado en las importantes movilizaciones a favor y en contra que ayer tiñeron de verde y celeste los alrededores del palacio legislativo y que obligaron a montar un impresionante operativo de seguridad para garantizar el funcionamiento de la Cámara alta. De los 72 senadores, hubo presentes 71 (faltó la puntana María Eugenia Catalfamo por licencia de embarazo): 38 en contra, 31 a favor y  1 abstención.

Los cuatro meses que duró el debate en ambas cámaras dejó al descubierto que la legalización del aborto provoca fuertes divisiones al interior de casi todos los bloques políticos.