Las expectativas de que los cambios de gabinete generen mejoras en la política económica desataron un rally alcista en los mercados, que desinfló a los dólares alternativos.

El dólar blue retrocedió 12 pesos y terminó en $314, mientras que el contado con liqui, el dólar que usan las empresas, perdió 18 pesos en el día y se ubicó en $322 y llevó la brecha cambiaria a 148%. El dólar MEP, que se negocia en la bolsa porteña, cedió 22 pesos y cerró en $301.

La de ayer fue una jornada positiva para los bonos argentinos que en Wall Street se dispararon con ganancias de hasta 14%. Es la cuarta jornada consecutiva de alzas, impulsada por el contexto internacional y las novedades a nivel local. El riesgo país cayó 5,4%, a 2.538 puntos básicos, un mínimo que no tocaba desde el 30 de junio, antes de la renuncia de Martín Guzmán al ministerio de Economía.

El dato que nubló el panorama en un día luminoso para el mercado fue que el Banco Central sigue perdiendo reservas. Ayer cerró la operatoria en el mercado cambiario con ventas por U$S 100 millones para cubrir la demanda en alza de los importadores de energía. El índice S&P Merval del mercado porteño subió 0,82% y cerró la jornada en 127.400,00 puntos.

El BCRA dispuso ayer más restricciones para los consumos con tarjeta que se hacen en dólares.

Con la vista puesta en el impulso que la cercanía del Mundial de Qatar puede darle a los consumos en dólares que se realicen a través de tarjetas de crédito, el Banco Central (BCRA) anunció que se aplicará a todos ellos una nueva restricción.

Resolvió que si los consumos superan los U$S 200 o incluso $200.000 en el resumen mensual, y el consumidor quisiera financiar una parte de ese gasto (siempre se obliga a un pago mínimo), no se le aplicará la tasa de interés general que alcanza al resto de los consumos en pesos sino otra entre 21 y 28 puntos superior en promedio.

El Central también elevó del 57% al 62% anual la tasa que los bancos pueden cobrar a sus clientes por financiarle consumos con tarjetas.