Los gremios industriales de la CGT, de ambas CTA, de la Corriente Federal (CFT) y del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona), de los movimientos sociales y de pequeños y medianos empresarios (Apyme) marcharon ayer en rechazo del modelo económico y varios sindicalista de los denominados rebeldes presionaron fuerte a la CGT para que convoque a un paro general.

La movilización que tuvo epicentro en la Ciudad de Buenos Aires se replicó por casi todo el país bajo una misma consigna: ‘en defensa de la producción, el empleo y la industria nacional’ y en contra del modelo económico de Mauricio Macri.

La columna cabecera partió una hora antes de lo previsto (las 14) desde la Avenida Rivadavia y Misiones, en Plaza Miserere, como consecuencia del temporal que se abatió sobre la Capital a partir del mediodía, y fue encabezada por Héctor y Rodolfo Daer, Carlos Acuña y Hugo Benítez, a quienes se sumó Armando Cavalieri pocas cuadras después.

Las Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA) de Hugo Yasky y los dos sectores en los que se divide la Autónoma (CTAA) -Pablo Micheli y Ricardo Peidro- se concentraron en otros puntos de la ciudad de forma previa a integrarse a la caravana que marchó por las Avenidas Rivadavia y de Mayo hasta la 9 de Julio, al igual que las frondosas columnas de camioneros, mecánicos, ladrilleros, marítimo-portuarios y de sindicatos del transporte.

Precisamente desde las dos CTA, Hugo Yasky y Hugo ‘Cachorro’ coincidieron en que ‘hay una decisión tomada‘ del sindicalismo combativo de convocar a un paro general.
Desde la jefatura de la CGT, recogió el guante el secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid, quien avisó que ‘hay condiciones para un paro general, pero hay que trabajarlo‘, al sostener que es el Confederal de la CGT el que debe analizar las cuestiones que podrían derivar de una medida de acción directa.‘