El presidente Javier Milei confirmó ayer su drástico giro en defensa del medio ambiente al poner en marcha ayer un acuerdo de cooperación entre Argentina y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para el uso de tecnología nuclear en el control de la contaminación por plásticos en el continente blanco.

Para concretar este paso considerado histórico desde la OIEA, Milei visitó ayer las bases Marambio y Esperanza en la Antártida, donde destacó que "a través de este programa" el país "comenzará un nuevo capítulo en su larga" y "distinguida trayectoria en materia de ciencia antártica".

"Mediante acuerdos de cooperación internacional buscamos potenciar nuestras capacidades para poder brindar información científica de calidad para la toma de decisiones en el marco del Tratado Antártico", afirmó el jefe de Estado.

Se trata de un giro en la agenda ambiental del Presidente que no cree en los efectos del cambio climático, y por ende, no contempla una política prioritaria al defensa y cuidado del medio ambiente.

"El ejercicio de la ciencia, la cooperación y la preservación del medioambiente antártico son ejes prioritarios de nuestra política exterior antártica", destacó Milei y dijo que de esa manera "la Argentina está renovando su compromiso con la comunidad internacional, haciendo su aporte para nuestro bien común y el de las futuras generaciones".

El Presidente arribó al mediodía a la Base Marambio,. Allí, recorrió las instalaciones de la base y se reunió con personal científico y operativo de la estación y dio inicio formal "a la Primera Expedición de Investigación Científica de la OIEA en el continente antártico".

El jefe de Estado estuvo acompañado por una comitiva integrada por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; la canciller Diana Mondino; los ministros del Interior, Guillermo Francos, y de Defensa, Luis Petri, y el director general del OIEA, el científico argentino Rafael Grossi.

De ese modo, Presidencia indicó que se dio inicio en el continente blanco a "la implementación del acuerdo es coordinada por el Programa Antártico Argentino a través de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), que depende de Cancillería, y de acuerdo al Sistema del Tratado Antártico".

Las actividades incluyen la organización de misiones de expertos y capacitaciones para la toma y análisis de muestras, además de apoyo logístico para facilitar el acceso del personal científico a la Antártida, incluidas publicaciones y las mejores prácticas en el ámbito de la cooperación. También incluye la iniciativa Nutec Plastics, un proyecto para el estudio de la contaminación marina por plásticos que abarca casi todos los mares del mundo, excepto los antárticos, y a través de este convenio, Argentina extenderá este programa a estas regiones polares.

El Instituto Antártico Argentino (IAA), que coordina y difunde la actividad científico-tecnológica en la Antártida con el objetivo de respaldar los intereses argentinos en el Continente, es el organismo ejecutor responsable de ese proyecto, en cooperación internacional con el Nuclear Application Marine Laboratory de la OIEA.

El proyecto se desarrollará mediante el traslado a la Antártida de dos grupos que trabajarán durante 60 y 120 días, respectivamente, y el Ministerio de Defensa, a través del Comando Antártico, brindará el apoyo logístico para el traslado y permanencia de los investigadores, mientras que el Instituto Antártico realizará el análisis de las muestras, y la OIEA proveerá insumos, equipamiento de laboratorio y financiamiento para la capacitación.

Milei había partido a las 9 desde Río Gallegos, aterrizó al mediodía en la Base Marambio a bordo de un Hércules C-130 en la pista de tierra del aeropuerto de la base conjunta que las Fuerzas Armadas administran en la isla, donde recorrió sus instalaciones y visitó al personal. Más tarde, partió en helicóptero hacia el destacamento de Esperanza, el emplazamiento más poblado que Argentina tiene destacado en la Antártida. Allí, recorrió las instalaciones de la base del Ejército, lugar de características únicas ya que se trata de la única base en la que la dotación vive con sus familias, incluyendo niños que asisten a la Escuela Provincial 38, inaugurada el 14 de marzo de 1978 con el nombre de Manuel Belgrano.