El Gobierno dispuso, mediante una resolución conjunta del Ministerio de Agricultura y de Desarrollo Productivo publicada este viernes en el Boletín Oficial, que se procederá a “observar” las declaraciones juradas de ventas al exterior de los frigoríficos y se aguardará para autorizar las mismas que la Secretaría de Comercio Interior informe si cumplieron o no con el acuerdo de precios de la carne al consumidor en el mercado interno.

A partir de la Resolución conjunta Nº4 que se publicó este viernes en el Boletín Oficial, el Ministerio de Agricultura ahora está facultado para detener cualquier envío de carne vacuna al mercado internacional.

En el artículo 1º de la medida, marcan que “la Secretaría de Comercio Interior informará a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario los incumplimientos, en el marco de su competencia, a los acuerdos de precios y/o normativa aplicable a la industria de carne vacuna concretados por parte de los sujetos obligados en los términos del Artículo 1º de la citada Resolución Conjunta Nº RESFC-2021-3-APN-MAGYP”. Esta última resolución que se menciona fue implementada el año pasado, mediante la cual se crean las Declaraciones Juradas de Operaciones de Exportación de Carne (DJEC).

Por otro lado, se dispuso que “la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario observará las Declaraciones Juradas de Operaciones de Exportación de Carne (DJEC) según lo informado por la referida Secretaría de Comercio Interior, hasta que ésta informe que los sujetos obligados hayan cumplido con el régimen aplicable”.

En el artículo 3º -además- se faculta a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario a dictar las normas complementarias o aclaratorias para la debida operatividad y cumplimiento de la presente medida.

Entre las justificaciones por parte del gobierno para aplicar dicha Resolución aparece el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania. En los considerandos explican que dicho conflicto “añade mayores riesgos a la seguridad alimentaria, ya que afecta de forma significativa el abastecimiento global de productos alimentarios y genera alzas en los precios internacionales”.

De esta manera, los funcionarios sostienen que “la demanda internacional de carne vacuna y el aumento desproporcionado de los precios a causa de la guerra dificultan el acceso de estos productos a los ciudadanos argentinos”. 

En la medida mencionan la complicada situación por la que atraviesa la ganadería argentina, por el impacto de situaciones climáticas adversas.

“Hay un faltante de 1.500.000 cabezas, de las cuales alrededor de 950.000 son vientres de ganado vacuno, como así también por la sequía y los incendios padecidos en esta etapa del ciclo productivo que impactan negativamente en la producción, resulta necesario tomar medidas que garanticen el desarrollo de la ganadería argentina en un contexto de equilibrio justo, equitativo y razonable, entre el desarrollo de la ganadería argentina, el mercado de consumo nacional y la capacidad exportadora del país”, explican.

La tensión entre el sector y el Ejecutivo surgió semanas atrás tras una reunión entre el titular de la cartera agropecuaria, Julián Domínguez, y los integrantes del Consorcio exportador ABC. “Quienes no cumplan con los compromisos asumidos con las y los argentinos, no podrán continuar exportando carne”, había dicho el funcionario luego de que los empresarios del sector decidieran dejar de participar del programa que ofrece carne a precios por debajo del mercado.

Luego de haber revertido la decisión, los exportadores de carne siguen formando parte del acuerdo de precios, que busca abastecer el mercado interno con 6.000 toneladas mensuales para que sean comercializadas en supermercados de forma accesible. 

Fuente: Infobae