El Ejecutivo anunció el plan de restauración y puesta en valor de la histórica Casa de Gobierno. Constará de tres etapas por un total de $ 285 millones. El secretario General de Presidencia Fernando de Andreis reconoció que hubo una discusión puertas adentro de la administración de Mauricio Macri sobre si convenía realizar semejante inversión en el contexto económico.

"Fue una discusión. Pero vamos a reducir los costos de mantenimiento y vamos a mantener el valor de la casa, que es de todos los argentinos", sostuvo el funcionario en diálogo con los periodistas acreditados.

Casa Rosada del Siglo XXI es el nombre del masterplan para reacondicionar la sede del Ejecutivo. La primera etapa que ya está en ejecución y finalizará en 2018 costará 45 millones de pesos y fue adjudicada a la constructura Adanti Solazzi, que se impuso en una licitación en la que participaron seis oferentes.

Esa fase se concentrará en las refacciones del segundo piso, donde se ubica el viejo comedor, justo encima del despacho presidencial.

Por esa razón, a partir de la próxima semana, cuando comience el trabajo de demolición, Mauricio Macri permanecerá más días por semana en la residencia de Olivos. "Si no se hace la obra ahora, en 10 o 15 años la Casa Rosada será inhabitable", argumentó el secretario General.

La segunda etapa será la más costosa y empezará a fines de 2017 y culminará en 2018. Tendrá un presupuesto de 118 millones y consistirá en la remodelación del subsuelo y la construcción de nuevos nucleos sanitarios y se optimizará el sistema energético de la casa. Además se construirá una huerta en la terraza, se colocarán paneles solares y toda la iluminación será led.

Por último, entre 2018 y principios de 2019 se realizará la última etapa, que tendrá un costo de $ 60 millones, y se concentrará en la remodelación de oficinas.

En el Gobierno justificaron la inversión por el avanzado deterioro que -según los funcionarios de la actual administración- presentaba la Casa Rosada, luego de la gestión de Cristina Kirchner.

La inversión en Balcarce 50 se suma a las reformas realizadas en la residencia de Olivos, que ya culminaron y requirieron una inversión de más de $ 20 millones.

"Todos los cambios que se hicieron eran estéticos, para embellecer algún salón, pero jamás se hizo una reforma estructural", señaló De Andreis.