Se habían separado hace poco más de un año pero los problemas entre Marcos Feruglio y su ex, Romina Dusso, persistían aunque ya no estuvieran juntos y a pesar de todos los intentos que hizo la joven de 20 años para alejarse de lo que finalmente sucedió: una masacre.

Ayer a las 7 Feruglio entró a los Tribunales acompañado por sus abogados para escuchar los cargos que le iba a atribuir la fiscalía. No declaró, pero quedó imputado por "doble homicidio calificado por ser realizado con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la cual se ha mantenido una relación de pareja" y doble homicidio en grado de tentativa.

Es decir, para los fiscales la razón del sangriento ataque no fue otra que la venganza. Hacer sufrir a la mujer con quien había tenido tres hijos: un varón de 4 años y mellizas, de un año y medio.

Aunque todos los indicios apuntan a que el raid mortal empezó con los asesinatos de su exsuegra Claudia Oliva y la pareja de ésta, Nicolás Estrubia, en Sauce Viejo la investigación sigue buscando pruebas que conecten los dos episodios, además de los lazos familiares, y recién el próximo miércoles 28 cuando soliciten la prisión preventiva podrían ampliar también la imputación.

La masacre

Todo habría empezado el viernes en la casa de la calle Roca al 9100, en Sauce Viejo. Ahí vivía Romina con sus hijos, su mamá y la pareja de ésta. Ese día discutieron por la manutención y las visitas de los chicos y Feruglio golpeó, una vez más, a Romina. Tanto la golpeó que necesitó asistencia médica y además, hizo la denuncia en la comisaría local. Pero tenía miedo a una represalia y por eso, esa misma noche se fue con sus hijos al departamento de su papá, en la capital santafesina.

SOBREVIVIENTE. Feruglio también quiso matar a su ex, Romina Dusso.

Él no contaba con eso, por eso cuando volvió a buscarla y no la encontró, mató a puñaladas a Oliva y Estrubia y después, en la camioneta de la víctima, manejó los 22 kilómetros que lo separaban de la casa paterna de su exmujer.

Entró al edificio de 25 de Mayo 1641, subió hasta el piso 8 y esperó a que su exsuegro, Gustavo Dusso, saliera a trabajar. Cuando abrió la puerta, lo atacó con un cuchillo con una hoja de 18 centímetros y un mango de 12 y lo mató.

Atrás de Dusso apareció Romina, a quien también quiso asesinar, pero su hermana Camila se interpuso para defenderla y terminó muerta a puñaladas. Pasaron eternos segundos hasta que María, la nueva pareja del dueño de casa, se levantó de la cama y también fue apuñalada.

Los gritos alertaron a los vecinos que llamaron al 911 por lo que en su huída Feruglio no llegó muy lejos. Lo detuvo la policía a pocos metros del edificio.

Fuente: TN