Con el traspaso de mando aún fresco, Alberto Fernández llegó como flamante presidente de la Argentina a la Casa Rosada y probó el sillón de Rivadavia.

El mandatario subió una "historia" en su cuenta oficial de Instagram en la que se lo ve sentado como presidente en el famoso sillón. 

A su derecha está su pareja, Fabiola Yáñez, y a su izquierda su hijo Estanislao Fernández. 

Más temprano, Alberto dio un discurso de una hora en el que prefirió no mirar por el espejo retrovisor y llamó a la unidad de los argentinos.

También habló de moderar los conflictos políticos, anunció una reforma judicial y la intervención del aparato de inteligencia, entre otras cosas.