Graciela no tiene ningún vínculo con la familia Báez Sosa, no se conocían hasta que la dolorosa muerte del joven en una brutal golpiza conmovió a todo el país allá por 2020. Desde ese día sintió en carne propia el dolor de los padres por perder a su hijo y decidió ir a luchar con ellos para que se haga justicia. Estuvo en marchas, habló con los padres de la víctima y, tras años después, cuando por fin llegó la hora del juicio, dejó todo y viajó a Dolores para acompañar a Graciela y Silvino en el dramático juicio.

"Es un caso que conmocionó", dijo a Telefe Noticias la docente que preparó carteles con la imagen de Fernando para ilustrar el frío vallado policial. "Yo quiero que se haga Justicia, que sea una Justicia ejemplar, que caiga todo el peso de la ley".

Luego explicó cómo se acercó a la familia Báez Sosa: "Yo soy de Buenos Aires y vine a Dolores para seguir de cerca el juicio y acompañar a los papás. Yo a Graciela la acompañé en la marcha que se hizo en el Congreso. Luego, otra día, yo me estaba yendo al centro y la vi a ella sentada en el Congreso con una bandera, solita en el cordón. Y me bajé y me quedé con ella hasta lo último".

Al recordar aquel encuentro, remarcó: "Hemos conversado y ella me regaló este prendedor, que lo traje acá". Hoy, se concentra en darle el primer apoyo a Graciela y Silvino antes de que entren a la sala: "Yo a la mañana vengo, pongo las fotos, los espero y los saludo. Se nota que ellos están acompañados por todos los que estamos acá".

¿Y cómo fue que decidió viajar a Dolores? "Ahora que empezó el juicio sentí la necesidad de estar con ella. Así que me decidí, armé todo como para venirme y traje las fotos. Porque cuando yo veía todo desde Buenos Aires, veía que únicamente había rejas, no había nada sobre Fernando. Entonces armé estas fotos para ponerlas".

¿Qué espera del juicio? "La mamá de Fernando tiene que tener justicia para poder tener paz en su alma y Fernando pueda descansar en paz".