Las microalgas que tenía el cuerpo y la ropa de Santiago Maldonado cuando fue hallado muerto -su cuerpo flotaba entre ramas de sauces dentro del río Chubut-, tienen el mismo origen que las que meses después un equipo de peritos forenses levantó del agua y de la orilla.

Lo determinó un análisis de expertos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), tras un pedido del juez del caso, Guillermo Gustavo Lleral.

El magistrado de Rawson recibió días atrás el informe, cuya conclusión aporta al expediente por el delito de “desaparición forzada” pruebas para suponer que Maldonado murió en el mismo lugar en el que fue encontrado el 17 de octubre pasado, tras haber estado desaparecido desde el 1° de agosto.

“La comparación de todas las muestras analizadas permite concluir que tanto las muestras analizadas para el presente informa, como las extraídas de la cavidad cardíaca de la víctima, de su vestimenta y el agua obtenida en el féretro, de la bolsa mortuoria y la contenida en un frasco dentro de un sobre proceden del mismo río“, sintetiza el documento presentado a Lleral y firmado por la profesora Nora Maidana, del Laboratorio de Diatomeas Continentales de la UBA.

Las muestras se tomaron el 12 de diciembre pasado, dos meses después de haber encontrado muerto a Maldonado (eso fue en primavera) y cinco meses después de su desaparición, ocurrida en invierno. La unidad criminalística de la Policía Federal, más integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y buzos de los Bomberos de Trelew hicieron un rastrillaje en busca material biológico, agua de la orilla y del lugar donde fue hallado el cuerpo y sedimentos.

Lleral le pidió a Maidana que “realice una pericia para establecer la existencia de microalgas en las muestras (…), con el objeto de ser comparadas con los resultados obtenidos en los estudios complementarios de autopsia realizada”.

Según detalló la especialista en el informe enviado al juez días atrás, se analizaron 58 especies de algas, de las cuales 53 eran diatomeas (microalgas). Aunque aclaró que en el tiempo que pasó entre la desaparición, el hallazgo del cuerpo y el análisis de las muestras “hubo cambios en las condiciones ambientales”, en la temperatura y en el caudal del río, lo que generó cambios en el la composición de las especies.

Por eso, explicó Maidana, se decidió analizar no sólo lo contenido en el agua, también en sedimentos de la superficie y en la orilla, ya que allí se acumulan algas que provienen de distintos hábitats y durante varios meses. Sin embargo, “el 80 % de las especies” de diatomeas estaban identificadas en las muestras de octubre.

Pruebas con el DNI

El juez Lleral, que desde que se hizo cargo del caso pidió pocas medidas respecto del rol de Gendamería, solicitó al Gobierno nacional tres copias de la versión tarjeta del DNI para someterlas a las mismas condiciones en las que pudo haber estado el de Santiago Maldonado entre el día que desapareció y el que fue encontrado muerte.

Lleral también pidió al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) que se encargue de usar esas versiones enviadas por el Registro Nacional de las Personas y ahora se esperan los resultados. Ricardo Giménez, director de Plásticos del INTI, confirmó en febrero al juez que están en condiciones de hacer el test, en “condiciones similares a las que estuvo sometido el documento original de Santiago Andrés Maldonado, por un tiempo determinado, a fin decomprobar si el mismo se ha deteriorado o no respecto de una muestra mantenida como referencia“.

Sin embargo, no trascendieron los detalles respecto de cuáles serían las “condiciones similares”. Específicamente, se desconoce exactamente cuántos días estuvo Maldonado sumergido. De la autopsia hecha sobre el cuerpo del joven tatuador, en la que se concluyó que murió por asfixia e hipotermia, se desprenden tres hipótesis respecto de la cantidad de días. Tampoco está confirmado que el cadáver haya estado flotando desde el primer día en el mismo lugar, aunque la coincidencia en las microalgas parece ser un dato a tener en cuenta.