El Tribunal Oral Federal 4 le concedió ayer el arresto domiciliario al empresario Lázaro Báez, tras cuatro años en la cárcel bonaerense de Ezeiza.

El empresario vinculado al kirchnerismo esperaba vivir en su casa del country bonaerense Ayres del Pilar, donde vecinos lo recibieron con cacerolazos.

Poco después de las 20,30 de ayer, Báez salió del Penal de Ezeiza. El móvil penitenciario que lo trasladaba intentó ingresar cuatro veces al country de Pilar. Pero los vecinos lo impidieron con cacerolazos, bloqueos y pedradas, entre forcejeos con policías. El móvil se retiró y, hasta el cierre de esta edición, continuaba su tránsito mientras no se descartaba que pudiera retornar al Penal de Ezeiza.

Báez deberá usar una tobillera electrónica y presentarse en Tribunales cada 15 días, tal como le había impuesto el juez Sebastián Casanello, en marzo, cuando le otorgó la domiciliaria en la causa que investiga la compra irregular del campo El Entrevero, en Uruguay.

Ayer, la Sala IV de Casación hizo lugar a un recurso interpuesto por la defensa de Báez y le ordenó al TOF 4 que haga efectiva la domiciliaria.

La defensa de Báez había argumentado que el empresario integra "cinco grupos de riesgo respecto de la pandemia por coronavirus, circunstancia que se traduce en un mayor peligro para su vida".

El fiscal ante la Cámara de Casación Javier de Luca manifestó que "el plazo legal de la prisión preventiva dictada respecto de Báez se encuentra superado". Báez está detenido desde el 5 de abril de 2016 en Ezeiza, con los plazos máximos de la preventiva superados, y está siendo juzgado por "la ruta del dinero K" y la causa de Vialidad. El country Ayres del Pilar está en el kilómetro 43,5 de la Panamericana.

El 18 de marzo, el juez federal Casanello le otorgó la domiciliaria a Lázaro Báez en la causa que investiga la compra de El Entrevero. Lázaro Báez obtuvo el arresto domiciliario después de pedir la morigeración de su prisión, señalando que no puede hacer frente a la fianza de 386 millones de pesos que le había fijado el TOF 4 que lo juzga por lavado de dinero.

Casación ayer resolvió concederle el beneficio del arresto en uno de sus domicilios, decisión sobre la cual el TOF 4 se expidió con marcadas diferencias respecto al criterio del máximo tribunal penal.

El TOF 4 había sostenido que la domiciliaria de Báez no correspondía por cuestiones de salud, que el informe médico del Servicio Penitenciario sostenía que podía seguir siendo atendido como hasta el momento intramuros y que la única manera en la que el empresario K podía dejar la prisión, era tras el pago de la fianza.

Casación, sin embargo, citó un informe médico en el que explica que, por las patologías de Báez y su negativa a realizarse controles cardiovasculares, no puede asegurarse que el contratista no contraiga coronavirus.

Báez obtuvo hace dos meses la excarcelación en una de las causas conexas a la ruta del dinero K, pero se le había fijado una caución primero de 632,5 millones de pesos. Después, la misma quedó en 386 millones de pesos. Aún así, los abogados de Báez sostuvieron que no tenía fondos para hacer frente a esa fianza.

Entonces requirieron que se cumpliera con el arresto domiciliario dictado el marco de la emergencia sanitaria por coronavirus. Dicha morigeración se había ordenado en otra causa conexa a la ruta del dinero K, donde se lo acusó por lavado de dinero por la compra de El Entrevero.

El exsocio comercial de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ingresó a la cárcel en abril de 2016, y a la fecha afronta dos juicios orales. El primero, por la ruta del dinero K. Por otro lado, comparte con la vicepresidente el debate oral por el presunto direccionamiento de la obra pública, por parte del gobierno kirchnerista, a favor de Austral Construcciones, el grupo de Lázaro.

Medios nacionales anunciaban ayer que Lázaro Báez había dejado la cárcel sin pagar fianza.