El papa Francisco autorizó ayer la beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio, creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, luego de que el Vaticano reconociera un milagro atribuido en 2006 al purpurado nacido en 1920 en la localidad bonaerense de 9 de Julio y fallecido en Roma en 1998.

Según fuentes del Vaticano, la ceremonia de beatificación se hará en la basílica de Luján (Buenos Aires) antes de fin de año.

La noticia de la beatificación se dio ayer cuando el Papa autorizó al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, a publicar el decreto con el que la Santa Sede reconoce la intercesión de Pironio en la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, un bebé que en 2006 tenía 15 meses cuando salió de un cuadro de coma profundo luego de que sus padres rezaran a la figura del futuro beato.

El anuncio de la beatificación se da luego de que una junta de médicos del Vaticano constatara que la curación de Franco en Mar del Plata "supera la ciencia médica".

La sanación se Franco se dio luego de que, el 1 de diciembre de 2006, aspirara por error el contenido de un recipiente con purpurina (una sustancia pequeña hecha de pedazos de plásticos y metales), por lo que quedó en coma profundo.

Con el niño gravemente afectado, sus padres rezaron 13 días a una estampita del cardenal Pironio, obsequiada por un sacerdote de la parroquia San Antonio de Padua, y luego el niño se despertó sin rastros de elementos tóxicos en sangre.

El Papa había reconocido en 2022 las "virtudes heroicas" de Pironio y lo convirtió en "venerable". Pironio, el más joven de una familia de 22 hermanos, fue el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud que se siguen haciendo.

Pironio nació en 1920 en la localidad bonaerense de 9 de Julio. Fue el primer latinoamericano que desempeñó un cargo en la Curia Romana.

A partir de su rol activo en la Curia romana, el cardenal argentino había llegado a ser considerado "papable" en los dos cónclaves que se hicieron en 1978, y que luego terminaron eligiendo primero a Juan Pablo I y, tras su repentina muerte, a Juan Pablo II. El cardenal siempre fue considerado demasiado progresista, a partir de su amistad con el santo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, y con el obispo Enrique Angelelli, ambos asesinados por su compromiso social.

El propio Pironio, de hecho, fue perseguido en Argentina por ser considerado demasiado cercano a la izquierda, por lo que fue llamado a Roma por san Pablo VI en 1974 para ser prefecto de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada. Diez años después, Juan Pablo II lo nombró presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.

Creado cardenal en el consistorio del 24 de mayo de 1976, el proceso de beatificación de Pironio fue impulsado en 2003, al cumplirse cinco años de su fallecimiento el 5 de febrero de 1998.

En la región
El nuevo beato tuvo un rol destacado desde el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), en donde se desempeñó como presidente (1972-1974).
Tuvo activa participación en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968).