Mauricio Macri mantuvo este viernes por la tarde una reunión con Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional. Tras su arribo al país, la economista francesa elogió el rumbo económico del Gobierno y rechazó que el Ejecutivo argentino hubiera solicitado asesoramiento financiero.

Del encuentro, que se extendió durante 50 minutos, participó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Las palabras de apoyo y beneplácito de Lagarde, que se repitieron en Olivos, llegan en un momento en el que parte del ala económica del macrismo y de la pata política de Cambiemos señalan la compleja situación económica y el bajo ritmo de descenso de la inflación.

"Fue una reunión muy protocolar, pero Lagarde apoyó la política de transformación que está llevando la Argentina y la comparte. Considera que debe ser balanceada y tener en cuenta a los que menos tienen", revelaron en Hacienda.

El Presidente describió los avances en algunos sectores de la economía, como el turismo, el proceso de desburocratización, las mesas sectoriales para negociar con sindicatos y empresarios. También le dedicó un pequeño capítulo al desarrollo del litio en Jujuy, sobre el que el Gobierno tiene depositadas muchas expectativas.

Según las fuentes oficiales, Lagarde le manifestó admiración al Presidente. "Fue un elogio permanente", expresaron. Un tema estuvo ausente durante la reunión: Macri, Dujovne y Lagarde no hablaron de inflación, la mayor preocupación de los argentinos según todas las encuestas.

La titular del Fondo Monetario felicitó al Presidente por el pacto fiscal que se firmó en noviembre pasado. "Es muy importante para el país que se pueda llegar a acuerdos de este tipo tan difíciles. Es muy valioso. La responsabilidad fiscal firme de ambas jurisdicciones -las provincias y la Nación- ayudará mucho al país", analizó Lagarde.

Al final, Roberto Cardarelli -un técnico italiano que dirige el equipo del FMI destinado a la Argentina- pidió saludar al Presidente y se tomaron una selfie luego de intercambiar unas cuantas palabras en italiano.

La reunión cobró mayor relevancia, luego del paréntesis de 14 años en la relación entre el país y el organismo de crédito, que comenzó en 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner decidió suspendió la relación con el Fondo. Por esos días, Kirchner rechazó prorrogar un acuerdo con el FMI, cuyo presidente Rodrigo de Rato había visitado el país para enderezar la negociación. Un año antes, en 2003, Horst Köhler había visitado Buenos Aires. Finalmente, en 2006, la administración de Kirchner pagó al contado y con reservas del Banco Central la deuda argentina con el Fondo: 9810 millones de dólares.

Lagarde participará este lunes de la reunión de ministros de Finanzas del G-20. A pesar de la expectativa se trató de una reunión formal. La titular del FMI llegó pasadas las 16 y se retiró una hora después.

En una de las sala contiguas, en Olivos, el jefe de Gabinete Marcos Peña recibió a Rebeca Grynspan Mayufis, de la Secretaria General de la Secretaría General Iberoamericana. Lo acompañó el secretario de asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. El canciller Jorge Faurie mantenía una reunión en Paraguay con sus pares del Mercosur y la Unión Europea. En el Gobierno había satisfacción por el encuentro con Grynspan, ex secretaria general adjunta de Naciones Unidas. "Somos líderes en Iberoamérica en cooperación sur-sur y cooperación triangular", contaban en el Ejecutivo. También se ajustaron detalles sobre la cumbre de presidentes en Guatemala, que en noviembre próximo.

Tras el encuentro, con Lagarde y Dujovne, el Presidente participaría de una reunión de seguimiento con Luis Caputo, quien la próxima semana visitará el Congreso. Al mediodía tuvo un momento de distensión, durante un almuerzo con los Granaderos apostados en la residencia.