¿Ministro de Alberto o gobernador? El jueves, Manzur negó que su futuro político esté en el Gabinete de Alberto. Dijo que no defraudará a los tucumanos.

Cuando el panorama en el peronismo no estaba tan claro y los gobernadores dudaban en dónde encolumnarse, si detrás de la tercera vía que insinuaba Sergio Massa con Roberto Lavagna, Miguel Angel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, o detrás del kirchnerismo, Juan Manzur, ya había elegido bando. Sin retaceos, el gobernador reelecto de Tucumán apostó todas sus fichas a la sorpresiva fórmula de Alberto Fernández-Cristina Kirchner, y ganó. Así, de la noche a la mañana su lealtad con Alberto Fernández lo convirtió en una pieza clave en el armado político del Frente de Todos. Sobre su figura se fue gestando el acercamineto, ahora casi unánime, de mandatarios del PJ alrededor del candidato que pisó fuerte en las PASO y se encamina a tomar el poder en la Casa Rosada.

Pero este rol político clave de Manzur, fronteras adentro, tendrá correlato internacional. Es que el gobernador de Tucumán fue elegido por Alberto Fernández para tender puentes -en nombre del Frente de Todos- con la administración del presidente de los EEUU, Donald Trump. Por eso, este fin de semana, Juan Manzur viaja rumbo al país del Norte.

El mandatario hará las veces de delegado del peronismo, de emisario del albertismo ante el "muro" de Trump para aceitar relaciones bilaterales entre dos espacios políticos de concepciones diametralmente opuestas.

La misión partidaria, según medios nacionales, se da en coincidencia con la misión oficial que debe afrontar el gobernador como presidente pro témpore de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (ZICOSUR), plataforma internacional que congrega a Estados atravesados por el Trópico de Capricornio y del cual forman parte once provincias, además de Tucumán. Como titular, Manzur suscribirá en el Woodrow Wilson Center, en Washington, a un memorando con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro -con quien goza de buena relación-, con el objetivo de habilitar nuevos mecanismos de participación formal para gobiernos regionales a nivel continental.

Desde la capital estadounidense, el tucumano se trasladará hasta Nueva York, al Centro Collin Powell del City College, universidad con la que la Provincia mantiene una serie de convenios de intercambio académico, fruto de misiones oficiales años anteriores. En ese lugar, el emisario del peronismo notificará a los presentes de la difícil situación que atraviesa la Argentina.

Según consigna diario El Cronista, tanto en Washington como en Buenos Aires asumen las notorias diferencias ideológicas entre Trump y Fernández, pero que la relación en un hipotético gobierno peronista podría "mantenerse a un alto nivel y basada en el pragmatismo", teniendo en cuenta los intereses económicos recíprocos.

La misión de Juan Manzur a EEUU no sólo resulta clave en términos de vinculación económica y política en el corto plazo, es también un intento del albertismo por comenzar a ganar el apoyo de las potencias accionistas al Fondo Monetario Internacional (FMI), pensando en un eventual "reperfilamiento" del préstamo por más de U$S 57.000 millones y del desembolso de U$S 5.400 millones que aún es incierto.

Cristóbal L. zafó por la causa Indalo

Los empresarios Cristobal López y Fabian De Sousa resultaron sobreseídos en la causa de la supuesta venta irregular del grupo Indalo en un fallo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, quien también benefició en esa decisión a Ignacio Rosner y Enrique Dellatorre Balestra.

Tanto López como De Sousa y el extitular "K" de la AFIP, Ricardo Echegaray, también son juzgados por ese Tribunal por no haber pagado al organismo fiscal una deuda de más de 8.000 millones de pesos relacionada con impuestos a los combustibles.

El juez interpretó que intentaron engañar a la justicia y abrió una investigación penal para determinar si existió una venta de acciones de empresas del grupo Indalo al grupo Ceibo, cuya titularidad era de Rosner y Dellatorre Balestra, cuando existía una expresa inhibición general de bienes que lo impedía.

En su resolución, la magistrada consideró que corresponde aplicar un criterio "desvinculatorio de los hechos que constituyeron el objeto procesal de la presente causa, en la medida que no constituye delito".

La acusación sostenía que habían ejecutado una maniobra para que en la venta del grupo Indalo figuraran bienes que habían sido inhibidos. Pero para la jueza, "nada de ello ha sucedido, ni se indujo a error ni se transfirieron acciones inhibidas", y en consecuencia, no hubo por parte de los acusados "un intento de burlar la acción de la justicia" y que, en definitiva, "la venta no se produjo".