El ministro de Economía, Sergio Massa, le avisó a los gobernadores con los que se reunió en los últimos días que no será candidato. El mandatario sanjuanino Sergio Uñac se llevó esa respuesta cuando se reunieron en el Palacio de Hacienda y le comentó que estaba midiendo muy bien en su provincia.

La misma definición recibió el puntano Alberto Rodríguez Saá, que semanas atrás se mostró con el cordobés Juan Schiaretti, pero sólo fue una foto. Su preocupación es retener San Luis donde sufre el asedio cruzado de su hermano Adolfo y del diputado macrista Claudio Poggi.

No fueron los únicos gobernadores peronistas en recibir esa respuesta, que no deja de encerrar puntos de contraste. Las encuestas marcan un crecimiento sostenido de Massa y para muchos consultores es el candidato del oficialismo con mayor posibilidad de atraer capas medias y perforar el techo del kirchnerismo.

"No me interesa la candidatura, lo que quiero es terminar bien la gestión económica", le repitió Massa al gobernador riojano Ricardo Quintela. "Es incompatible la candidatura con la gestión", le dijo a su amigo, el mandatario chubutense Mariano Arcioni. La decisión acaso explique la sugestiva sucesión de reuniones con gobernadores que tuvo Massa en los últimos días. No todos creen que su decisión sea irreversible, pero es verdad que lo mismo dijo públicamente, cuando retó a José De Mendiguren (secretario de Industria y Desarrollo Productivo) por subirlo a la pelea electoral por la presidencia argentina.

Presionado por consultas de dirigentes peronistas de todo el país, Massa convocó por estos días a sus más cercanos a una cena en su casa de la localidad bonaerense de Tigre para ponerle un corte al tema. Llegó acompañado de Arcioni. Los esperaban su esposa Malena Galmarini, el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, el intendente bonaerense de San Fernando, Juan Andreotti, el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D"Onofrio y el diputado bonaerense, Rubén Eslaiman.

"Larguen sus candidaturas, yo este año no hago nada electoral", los cortó Massa, según el sitio digital La Política Online. La cena se puso sombría. En el Frente Renovador creen que sin Massa en la boleta su potencia electoral y de negociación interna se verá muy reducida. El helado que pidieron fue el único consuelo de la noche.

Massa había retado a De Mendiguren por lanzarlo como candidato a presidente y dijo que no se sube "a ninguna carrera que no sea la del desarrollo económico".