Rosario, con casi cien asesinatos en lo que va del año, sumó otro nombre en la lista de muertes del narco. Esta vez, un doble homicidio se convierte en triple crimen, tal como el ocurrido a fines de enero, donde a la salida de una boda de dos traficantes un grupo de asesinos mató al revendedor “Maxi Rey”, a su pareja y a su bebé.

A fines de abril, el presunto narco Marcos Caminos y su hijo Ciro, de un año, fueron acribillados en el barrio Larrea de la ciudad, a bordo de su auto Audi. Junto a ellos estaba Micaela Bravo, pareja de Caminos y madre del chico. Bravo fue gravemente herida. La joven de 26 años fue internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria con impactos de bala en la tráquea, tórax y hombro. Murió este martes tras diez días de agonía. Las autoridades médicas ya le dieron aviso a la fiscal del caso, Georgina Pairola, que sugirió que una de las hipótesis es que fue una emboscada con trasfondo narco.

Con este fallecimiento, el departamento Rosario acumula 97 asesinatos en lo que va del año, según datos del Observatorio de Seguridad Pública, organismo que integra el Ministerio de Seguridad de Santa Fe y el Ministerio Público de la Acusación.

La hipótesis apunta a una feroz emboscada: entre dos y tres sicarios se bajaron de una camioneta y acribillaron al hombre y a su novia, que llevaba a Ciro en brazos. Otro hijo de esa pareja, de seis años, logró bajar del vehículo en plena ráfaga de tiros.

Marcos Caminos, el principal objetivo de los sicarios, pertenecía al famoso clan narco Los Caminos, cuya principal referencia territorial es la zona Sur de Rosario. Sin embargo, investigadores policiales y judiciales no lo ubicaban como parte de la organización en esa área de Rosario. Lo tenían como un integrante de otra estructura cuya referencia geográfica es precisamente el barrio Larrea, en la zona Noroeste.

Si bien a Marcos lo mencionaban como sobrino de Roberto “Pimpi” Caminos –ex jefe de la barra brava de Newell’s que fue asesinado en marzo de 2010–, la propia fiscal no pudo confirmar el dato, aunque sí dijo que es pariente.

En la escena del entonces doble crimen se secuestraron 40 vainas, todas calibre 9 milímetros. El auto tenía 38 impactos de bala: el cuerpo de Marcos Caminos había 15 orificios. La fiscal ordenó una pericia balística para establecer cuántas armas se utilizaron en el ataque.

“Hicimos un relevamiento de cámaras del lugar y del eventual recorrido que hizo la camioneta al irse. Se encontró una, de características similares, prendida fuego”, dijo tras el crimen la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación. Se trata de una Ford Ranger que, según investigadores policiales, fue robada el jueves anterior al hecho.

Tras el crimen, se allanó la casa de las víctimas y se encontraron más de 6 kilos de marihuana, 81 dosis de cocaína; trozos de nylon, 8 mil pesos y 100 dólares. Caminos, por su parte, tenía antecedentes penales. Fue detenido el 21 de agosto de 2015 con 484 envoltorios de polvo y siete de marihuana en un procedimiento de la Brigada Antinarcóticos de la Santa Fe.

Dos meses después, el 15 de octubre de 2015, la Policía Federal allanó su casa. En ese procedimiento, se secuestraron 101 envoltorios de marihuana, cinco celulares, 33 chips de teléfonos celulares y un trozo de 655 gramos de cocaína.

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