La Sala I de la Cámara Federal porteña ordenó a la jueza federal María Servini que dicte un nuevo fallo respecto del pedido de organizaciones civiles para investigar el atentado de Montoneros en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, el 2 de julio de 1976.

En noviembre pasado, la jueza se había negado a reabrir el expediente sin darles trámite a los planteos; sostuvo que la causa había sido declarada prescripta y que eso no podía revisarse. Ahora, los camaristas le exigen que analice nuevamente el caso.

La Cámara declaró ayer la nulidad de la resolución en la que los acusados habían sido sobreseídos, entre ellos Horacio Verbitsky y Mario Firmenich.

De esta manera surge una nueva oportunidad de juzgar el mayor atentado montonero y el peor de Argentina durante los 70. Una historia trágica que comenzó cuando un infiltrado de la organización Montoneros colocó una bomba en una silla, cubierta por un sobretodo, en el comedor de la Superintendencia, en ciudad de Buenos Aires. El estallido mató a tres oficiales de la Policía Federal, veinte suboficiales y una mujer civil, que había ido a visitar a una amiga.

El fallo de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens le ordena a Servini que analice y responda los planteos de reapertura, algo que hasta ahora la jueza no hizo.

El atentado provocó la muerte de 24 personas y más de 60 resultaron heridas. La investigación señaló como responsables a Mario Firmenich, Marcelo Kurlat, Horacio Verbitsky, Laura Sofovich, Miguel Ángel Lauletta, Norberto A. Habegger y Lila Victoria Pastoriza; entre otros.

Fuentes judiciales señalaron que se está ante un caso "emblemático", pues "fue el atentado con consecuencias humanas más graves de la historia antes del caso AMIA (la mutual israelita)".

Los camaristas contemplaron que en el atentado "los objetivos no fueron militares, sino población civil" y que por eso no debe descartarse que el caso se aborde como un "grave atentado", categoría asimilable a los delitos de lesa humanidad.

La Cámara destaca que la jueza no consideró "el planteo sobre el posible apoyo de Estados y organizaciones extranjeras que tuvieron las personas implicadas" ni analizó "la eventual calificación de crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra" del ataque. Tampoco revisó -destacaron los magistrados- si se trató de un "caso de grave violación a los derechos humanos".

La causa fue cerrada por Servini en 2006 porque había pasado demasiado tiempo. Hasta el fallo definitorio de la Corte del 10 de julio de 2012, que ratificó la prescripción y el sobreseimiento de Firmenich, Verbitsky y el resto.

'El año pasado, los denunciantes concretaron un pedido de reapertura que fue rechazado por Servini y ahora la Cámara declaró la 'nulidad' de su decisión porque según se argumentó hubo 'omisión de valorar elementos conducentes para la solución del caso'. El tribunal consideró que se trató de una decisión tomada con 'arbitrariedad'.

El responsable del ataque fue identificado como José María Salgado, que había cumplido el servicio militar en la Policía, mientras mantenía una activa militancia en Montoneros.

El día programado llevó un maletín con la carga explosiva de 9 kilos de TNT y bolillas de acero una bomba de tipo vietnamita. Entre los denunciantes, está la Asociación de Abogados por la Justicia y la Asociación Defensores de Derechos Humanos de Latinoamérica.

Destrozado

El autor material del ataque fue José María Salgado, Pepe, estudiaba Ingeniería Electrónica en la Universidad de Buenos Aires. Más tarde terminaría destrozado en una sala de torturas de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Al ver el cadáver, su madre dijo que le faltaban los ojos y los dientes.