La Armada Argentina se refirió esta mañana al informe de la Inteligencia Naval de los Estados Unidos que asegura que el submarino sufrió una “explosión mortal e instantánea”. Al ser consultado por la prensa, el vocero Enrique Balbi tomó distancia y dijo que “no deja ser una opinión personal de un analista en base a información de otra agencia”. Y sostuvo: “Es otro indicio más que se tiene en cuenta pero al momento no hay nada concreto”.

El informe concluye que el submarino "se hundió verticalmente a una velocidad de entre 18 y 24 kilómetros por hora" y que su casco "fue completamente destruido en 40 milisegundos", con lo cual "la muerte fue instantánea".

Además, Balbi adelantó en conferencia de prensa que el buque estadounidense Atlantis investigará uno de los contactos detectados en la zona de búsqueda del ARA San Juan, que hoy la Armada comparó a una "cordillera invertida".

"Ayer había dos puntos al norte del área detectados por la Armada. No hay novedades al respecto en esas posiciones que tengan que ver con el submarino", afirmó, y reconoció que "se está dificultando la posibilidad de detectar el submarino en el lecho marino".

Por su parte, el capitán de navío Ariel Trioisi aseguró respecto a las complicaciones que afronta la Armada para detectar al ARA San Juan, que la zona parece una "cordillera invertida" y que "el área de búsqueda sigue siendo el mismo con centro en función del informe que se recibió de Austria".

Además, el portavoz dijo que "en caso de detectar el submarino, el reflotamiento no forma parte de esta fase". "Hay un contacto que el Atlantis va a investigar", informó en referencia a un objeto detectado al sudoeste del centro de la zona del rastrillaje.

El Atlantis es una pieza clave para la búsqueda ya que lleva consigo el Curv-21, un vehículo no tripulado que puede sumergirse hasta los 6.000 metros de profundidad, al igual que los minisubmarinos rusos que también han sido llevados a la zona a bordo del buque Yantar, de ese país.

El capitán de navío Balbi señaló que "no hay fecha" para que esos buques abandonen la búsqueda, aunque sí dejaron la zona el buque chileno "Cabo de Hornos" y el científico argentino "Austral", porque sus tareas pueden ser continuadas con la tecnología de las otros seis naves que siguen la tarea.