Horas después de haber detenido a los acusados de la balacera que terminó con la vida de Miguel Yadón y dejó gravemente herido al diputado Héctor Olivares, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich sostuvo que el cometido a pocos metros del Congreso "fue un crimen por códigos de sangre, mal llamados códigos de honor".

Insistió Bullrich que "fue ataque de un clan mafioso que no dudó en matar a una persona por asuntos de caracter personal o códigos de sangre como dicen en las mafias o mal llamados códigos de honor", y advirtió que "de no haberse resuelto rápidamente hubiese causado una crisis muy profunda de carácter político porque hay un diputado herido".

Bullrich dio detalles de las detenciones en una conferencia de prensa, en la que estuvo acompañada por el ministro de Seguridad porteño, Diego Santilli, el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia y otros funcionarios.

Aprovechó para salir al cruce, aunque son nombrarlo, del dirigente piquetero Luis D'Elía, quien desde el penal de Ezeiza pero a través de su cuenta en Twitter sostuvo que el Gobierno había baleado a Olivares para opacar la presentación del libro de Cristina Kirchner en La Rural.

"Nos dolió mucho cuando que un dirigente diga que éramos capaces de matar a una persona para tapar un acto de una ex presidenta. Tenemos que erradicar eso de la Argentina porque acá estamos todos juntos", enfatizó.

Fue horas después de la detención de Juan Jesús Fernández y Juan José Navarro Cádiz, los dos principales acusados de haber baleado a Olivares y Yadón. 

Por la mañana había sido detenido Juan Jesús Fernández (42) en un complejo de cabañas de Concepción del Uruguay, Entre Ríos.