Productores ganaderos y agrícolas damnificados por los incendios que quemaron cerca de 1.400.000 hectáreas en la región centro del país aseguran que ‘dependen del Estado y del clima‘ para sortear la crisis que atraviesan.

‘Dependemos del clima y del Estado‘, aseguró Fabián Genovesi, dueño de una casa de compra y venta de ganado en Villarino.
‘Aun imaginando que empiece a llover y que creciera el pasto, algo que no está pronosticado para los próximos dos meses, los ganaderos no pueden largar las vacas a los campo porque no hay alambre para contenerlas‘, expresó Genovesi.

Ayer, nuevos focos de incendios se registraban en la provincia de La Pampa y afectaban las localidades de Puelches, El Durazno, Ingeniero Luiggi y Perú, mientras autoridades locales advirtieron que los campos arrasados por el fuego ‘tardarán entre cuatro y cinco años‘ en recuperarse.

Según contaron diversos productores de la localidad bonaerense de Villarino, más que el clima, lo que les preocupa a corto plazo son los alambrados, muchos de ellos perdidos bajo las llamas y cuyo costo de reposición asciende a cerca de $100.000 por cada mil metros de alambre y pilares.

El compromiso de la provincia de Buenos Aires es darle prioridad a la colocación de los cercos de alambre perimetral de los campos lindantes con las rutas 22 y 154, cuyos costos serán asumidos por el propio gobierno, pero aún restan reponer muchas divisiones al interior de los campos. ‘Hay casos que hacer frente a los costos va a ser muy difícil.

En la asamblea que tuvimos el otro día en Villarino un productor contó que tiene que reponer 40 kilómetros de alambrado, ¿de dónde va a sacar los $ 4 millones que necesita para pagarlo?‘, se preguntó Genovesi.

El panorama es el mismo para los productores ganaderos de las zonas afectadas por los incendios en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro, padecen desde el 2004, casi en forma ininterrumpida, la combinación de sequías e incendios, que arrastraron a muchos de ellos a la quiebra, según dijeron los propios afectados.

Diversos productores agrícolas comentaron a Télam que mientras en el 2004 el municipio de Villarino contaba con cerca de 550.000 cabezas de ganado, una década más tarde apenas alcanzaban los 200.000, culpa de una de las peores sequías de la zona centro del país entre 2004 y 2012.

‘Por la sequía estuve al borde de quedarme en la lona. Pasé de tener casi 5.000 cabezas de ganado a menos de 1.000 entre esos años. Me costó un infarto al corazón y casi pierdo mis campos por las deudas. Ahora, después de unos años de recuperación, con los incendios perdí la mitad de mis terrenos en el fuego‘, contó Carlos Rubio, productor ganadero de La Adela, en La Pampa.

‘Lo más amargamente de los incendios es que se suman a las sequías y, entre unos y otros, los pequeños ganaderos de la zona quedaron muy afectados‘, expresó Fabián Genovesi.

Para peor, durante la sequía, el costo de las cabezas de ganado había caído considerablemente en el mercado, pero a muchos ganaderos no les quedó más remedio que vender animales ante la imposibilidad de mantenerlos por la falta de terrenos donde pudieran pastar. ‘Yo llegué a vender buenas vacas a $150 cuando hoy el mismo animal no baja de $9.000‘, confió, por su parte, Rubio.

‘Muchos productores chicos quedaron afuera del sistema. Malvendieron por obligación a sus animales durante la sequía y, cuando la actividad volvió a repuntar, no tenían el dinero suficiente para volver a comprar el ganado. Ahora, después de los incendios, es probable que pase lo mismo‘, afirmó Genovesi.

Respecto del futuro, Genovesi resaltó la incertidumbre que reina entre los ganaderos: ‘Los costos son muy altos y, si no viene la ayuda del Estado, es muy difícil que los más perjudicados puedan afrontarlo. Además está el temor por nuevos focos de incendios que puedan afectar la zona como en el norte de La Pampa ahora‘.

Después de las reuniones que el pasado viernes mantuvieron productores de la zona y las autoridades del ministerio de Agricultura, hubo un compromiso oficial de brindar en forma gratuita el traslado de la hacienda a otros campos; reparar los alambrados continuos a las rutas, para evitar accidentes de tránsito; pasto, avena y balanceado para alimentar los animales; y un subsidio sin devolución de 100.000 pesos para los chacareros afectados.

Asimismo se iniciaron las gestiones para otorgar una prórroga en los vencimientos de los bancos y créditos de hasta 1,5 millones con una tasa de interés subsidiada para los más comprometidos.

 

Solidaridad en red
 

Pese a que las llamas no alcanzaron el casco urbano de las ciudades de Río Colorado y La Adela, en Río Negro y La Pampa, sus habitantes se organizaron a través de las redes sociales para asistir de diversas maneras a los bomberos y auxiliar en el control del fuego a familiares y amigos de productores afectados.