Desde el primer minuto de ayer, las petroleras Axion y Raizen (Shell) empezaron a cobrar entre un 11 y un 12 por ciento más caros los precios de sus combustibles Súper y Premium, en lo que fue la tercera suba del año en surtidores.

La petrolera estatal YPF, por su parte, decidió no plegarse por ahora a este nuevo aumento según confirmaron fuentes del rubro energético.

En concreto, la petrolera Axion aumentó su combustible Súper un 11%, la nafta Premium un 12%, y gasoil y diesel un 11%. Shell, por su parte, aumentó el diesel y nafta Premium un 11% y 10% los combustibles Súper.

El último ajuste había sido en marzo, cuando la nafta Súper y el gasoil Grado 2 subieron un 9,5% promedio y los de mayor calidad un 11,5%.

Según explican en el sector de los combustibles, la nueva suba está justificada por la disparada de las distintas variables que inciden en el precio de venta al público, especialmente la cotización internacional del petróleo, que cotiza 113 dólares el barril del Brent. También el desfasaje entre ingresos y costos por la inflación, que metieron mayor presión.

Además se suman los niveles de demanda superiores a la prepandemia, que obligaron a los petroleros a importar combustible para complementar la oferta local. Se estima que el 20 por ciento del combustible que se vende al público es importado.

Otro factor que golpeó al sector fue la guerra entre Rusia y Ucrania, que disparó a nivel global el precio del petróleo y la energía. Con esta suba, los combustibles suman un aumento de poco más del 30 por ciento en lo que va del año, un poco por encima de la inflación.

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