Rosario, 8 de agosto.- En el tercer día de búsqueda de las 10 personas que aún permanecen desaparecidas como consecuencia de la explosión que este martes sacudió a Rosario y dejó un saldo de, hasta el momento, 10 muertos, el trabajo de los rescatistas se profundiza de acuerdo a los indicios de posibles cuerpos debajo de los escombros.
En diálogo con los medios, el jefe del grupo de rescate de la Policía Federal, Ángel Poidomani, detalló que estuvieron "por una especie de túnel, dentro de lo que sería el derrumbe, tabicando y tratando de ingresar hasta el sector garaje" del edificio donde se originó el desastre.
Poidomani afirmó que en ese sector "teníamos el indicador de una supuesta víctima, pero colapsó parte de la losa y del edificio y, ante la inestabilidad, tuvimos que retroceder para no quedar atrapados". "Tenemos una idea de que puede haber alguien, pero aún no se puede llegar por el estado del terreno y el colapso del edificio", aclaró.
El paso siguiente, agregó, es acordar con ingenieros "qué confianza nos da hacer los trabajos y ver cómo se puede llegar a efectuarlos, para poder seguir ingresando". "Es un trabajo de minero", definió.
En este sentido, el rescatista destacó que, si bien tienen acceso por otra zona, a ese lugar deberían trasladar iluminación, por lo que necesitarían grupos electrógenos, pero éstos vibran y puedejn producir desprendimiento de mampostería. "Es un trabajo de hormiga, un trabajo de acceder, retroceder, acceder y retroceder", concluyó.
Sin embargo, Poidomani aseguró que "hasta que saquemos el último ladrillo, siempre tenemos la expectativa de encontrar a alguien vivo, no perdemos la esperanza".