Señor director:


En fechas como estas, en la que celebramos el Día del Maestro, es cuando más extrañamos no tener presencialidad en un ámbito muy especial como son las escuelas. Quienes queremos de corazón la actividad escolar nos entristece el momento que pasamos. Todo es virtual y falta el contacto visual y físico que antes nos permitía llegar a la escuela un 11 de septiembre y recibir emocionados el abrazo de los chicos, sus besos y, por qué no, sus presentes, algunos hechos con la máxima humildad y con los pocos recursos que tenían a su alcance. Cuántas flores llegaban a nuestras manos, todas ellas en agradecimiento a nuestro esfuerzo por enseñarles y por brindarnos a sus requerimientos consistentes, la mayoría de las veces, en cuestiones afectivas.


Hoy el Día del Maestro será muy diferente. Seguramente no faltarán los saludos por las redes sociales, ni de los niños que a través de sus computadoras o teléfonos celulares nos enviarán flores y besos virtuales. Pero faltará ese emoción de levantarnos con el entusiasmo compartido de ir a los actos o desfiles celebratorios, a las demás actividades que en otros años se organizaban para honrar a Domingo Faustino Sarmiento. Tampoco se realizarán las tradicionales juntadas de maestros en algún domicilio particular o en alguna confitería o lomoteca. Momentos que quedarán postergados para cuando podamos superar esta increíble pandemia que ha hecho que nuestras costumbres y tradiciones tengan un giro y queden postergadas para más adelante. Seguiremos esperando que llegue ese momento para recuperar lo más preciado para un maestro, el contacto directo con sus chicos y con sus pares.

Josefina del Carmen Reynoso 
DNI 18.993.838
Maestra de Grado