Es tristemente paradójico. Los sanjuaninos no nos queremos. Vivimos agrediéndonos unos a otros en un constante "qué me importa'' sin darnos cuenta que con esas actitudes le estamos diciendo al otro que no somos importantes. Ensuciamos espacios comunes mientras vamos caminando, en moto o en automóvil, arrojamos papelitos, botellas y latas vacías, y cuanta cosa se nos ocurre que no nos sirve, en cualquier momento y en cualquier lugar: en las calles, en las veredas, en las acequias, en los espacios verdes. Olores nauseabundos, producto de la podredumbre, recorren los barrios y el centro de la ciudad. Veredas en mal estado y sucias con deposiciones de pájaros y chicles pegados por doquier. Asfalto con pozos de todos los tamaños y formas.

Lomos de burro, pianitos y todo tipo de obstrucciones dificultan el tránsito. Algunos semáforos ocultos por ramas, algunos apagados, otros con tres luces encendidas al mismo tiempo. Calles obstruidas con el consiguiente congestionamiento por arreglos y por reclamos sectoriales. Veredas ocupadas con mesas y sillas. Decenas de vehículos en doble fila, aunque podrían estacionar a cuarenta o cien metros. Escapes humeando todo el tiempo con la consiguiente contaminación. 


En fin, que la lista es larga, muy larga como para extenderla aquí y demasiado larga como para no tenerla en cuenta. Estoy seguro que cada uno de los que lean esto podrían agregar unas cuantas agresiones más que diariamente nos hacemos unos a otros, los sanjuaninos. Va a ser difícil que salgamos adelante como comunidad, como grupo provincial capaz de hacer de San Juan un buen lugar para vivir y disfrutar, si no reparamos en el desgaste de energía que nos causamos con tantas y permanentes agresiones. Hemos dejado que el individualismo nos gane. Sobrevaloramos nuestra propia individualidad y desvalorizamos la del otro al mismo tiempo. Nos concebimos individualmente como sujetos. Entonces tratamos a los demás como objetos y esperamos que así se comporten: "que limpien otros'', "que cuiden otros'', "que otros me den el paso'', "que otros esperen'', "que otros resuelvan el problema'', Por supuesto, hay excepciones, pero esos son los que confirman la regla.